domingo, 11 de octubre de 2009

Cumbia? no.

Cristian, un conocido mío, es un flaco de 34 años, que trabaja en un banco y hace 5 está en pareja con Fernando, un abogado. Ambos comparten una casa en Palermo y tienen un buen pasar. Les gusta la música electrónica y se los puede encontrar generalmente en Pachá o en alguna fiesta privada en alguna quinta de la zona de Moreno.

Hace un par de años, por una cuestion de celos, esta pareja decidió separarse. Cristian, quien tenia toda su familia en el interior de la provincia se fue a vivir temporalmente a la casa de Luis, un amigo de él, y dejó su casa, su auto, el perro y a Fernando en Palermo. Un sábado, como a las tres semanas de haberse separado y por presion de Luis, Cristian decidió salir a bailar y a estrenar su soltería. Fueron a Amerika.

Estaban en el boliche cuando Cristian notó que otro pibe lo miraba mucho, se acercó a éste y empezaron a hablar. Se llamaba Miguel, tenia 25 años, y trabajaba de operador telefónico para Tarjeta Shopping. El pibe parecía piola, estaba lindo, y entre los dos surgió la química. Como la pasaron bien que decidieron verse entre semana. Asi fue como Cristian lo llamó y fueron a almorzar juntos el miércoles. Miguel lo invitó a ir el sabado a su departamento en Quilmes, ya que su compañero de piso, Matías, cumplía años y organizaban una reunión. Cristian aceptó y como ese día Miguel trabajaba hasta las 8 de la noche, quedó en esperarlo a esa hora en la puerta de su trabajo.

El sábado, puntualmente Cristian estaba esperando a Miguel en la puerta del call center donde este trabajaba. Cuando salió, Miguel le dijo que debian ir a tomar un colectivo detrás del correo. "Colectivo hasta Quilmes, por que no tomamos un taxi o remis?" pensó Cristian, quien hacia años que tomaba un colectivo solo en forma ocasional cuando no andaba el subte. Esperaron como 45 minutos que llegara el colectivo, y hacia Quilmes fueron, en un viaje que tardó una hora.

Cuando se bajaron del bondi, Cristian estaba con algo de temor, eran mas de las 10 de la noche y el lugar era una villa. Miguel viendo el temor de mi amigo, intentó calmarlo diciéndole "no te hagas problema, mi vieja vive en el barrio, a mi me conocen todos acá, no nos van a afanar, a lo sumo nos piden 5 pesos para una birra"

Caminaron unas 12 cuadras hasta que llegaron a un edificio de tres plantas donde estaba el departamento de Miguel y Matías. Subieron las escaleras hasta el segundo piso y al entrar al departamento lo primero que le llamó la atención a Cristian fueron la cantidad de minas que había. Eran las 8 hermanas de Miguel, y una tía. Las minas en su mayoría habian ido con sus maridos o novios, y algunas habian llevado a sus hijos. El departamento de tres ambientes era chico y estaba a reventar de gente, los grandes sentados como podian en las pocas sillas y sillones, los pides correteando.

Miguel le explicaría luego que Mary su tía, de unos 42 años, era en realidad su hermana mayor, que habiendo nacido cuando su madre era muy jóven, como a los 14 años, fue criada por su abuela como si fuera una hija más. Osea que en la familia eran 10 hermanos? No. Miguel tenia un par de hermanos mas que no habían ido a la fiesta, uno de ellos por que no se bancaba la homosexualidad del hermano y el otro porque estaba preso. Eran 12 hermanos en total, todos de la misma madre, pero no del mismo padre.

Cristian conoció a Matías y a la pareja de éste, Claudio. Un par de loquitas andróginas y estereotipadas, como salidas de una peluquería de barrio. A esta altura Cristian ya se sentía incómodo y Miguel no tuvo mejor idea que presentarselo a toda la parentela como "su novio".

Lo que era la parentela... Todos parecían haberse vestido en La Salada. Todo trucho y con la peor combinación de colores posible. Le ofrecieron de beber. Las opciones eran, vino tinto frío con jugo de naranja, coca o cerveza. Optó por lo último.

Pasadas las 12 trajeron la torta del cumpleaños y empezó el jolgorio, la música a todo lo que daba el estereo. Que música pusieron? Cumbia obviamente. Cristian quien no soportaba la cumbia y menos cuando la ponen a 2000 decibeles sólo pensaba en la forma de desaparecer de la susodicha reunión. El se habia imaginado que iria a una casa donde se reunirian para la previa por el cumpleaños del otro flaco, habr{ia una picada, tomarian unos tragos, y después se irian a algun boliche a celebrar, y no que estaría en una sucursal de Metrópolis.

En este punto coincido con Cristian. No entiendo por que a la gente que le gusta la cumbia, solo puede disfrutarla cuando el sonido de la música le taladra los tímpanos. Si se escucha cumbia, tiene que ser "al taco". A mi no me cierra.

Mientras Miguel se lucia bailando con alguna otra de sus hermanas, la numero 5 o la 3, ya que eran tantas que Cristian no podia recordar los nombres, Mary, la hermana-tía, se le acercó y le empezó a hacer preguntas personales, a que se dedicaba, que edad tenía, donde trabajaba? Estaba tanteando al candidato a cuñado. Intentó en tres oportunidades sacarlo a bailar cumbia, a lo que Cristian se rehusó, indicandole que a él no le gustaba la cumbia para nada. "Que lástima, a Miguel le encanta, mirá como baila, se pasa todo el día escuchando cumbia" fue la respuesta de esta chica.

Poco antes de las 4 de la mañana, las parejas con hijos decidieron retirarse a sus hogares, y las otras planificaban de seguir el jolgorio en alguna bailanta cercana. Miguel quería ir, Cristian no. Por lo que fingiendo estar descompuesto, le dijo a Miguel que le pidiera un remis y que él fuera a bailar. Al principio Miguel no quería dejarlo ir y le ofreció que se quedara a dormir allí, pero Cristian ya habia cubierto su cuota de Quilmes y sólo deseaba regresar a la Capital, al departamento de Luis, su amigo.

Llegó el remis y le cobro como 65 pesos el viaje hasta Villa Urquiza. Cristian me dijo que no estuvo tranquilo hasta que el coche cruzó el puente Pueyrredón dejando atrás el conourbano. Obviamente nunca mas se vieron con Miguel. Cristian se hizo el boludo y cada vez que este lo llamaba postergaba una posible reunión, un día Miguel no llamó más.

Que fue de la vida de Cristian? Como a las 3 semanas de este evento, se reconcilió con Fernando su pareja.

2 comentarios:

naty dijo...

mejor malo conocido que cunbiero por conocer....jajajajaja

Celina dijo...

pero cheeee
que elitistas!
si la party era en el tortugas y corria champagne cristal no hubiera importado la cumbia!
me discriminan al pibe de quilmes, no vale....
el pobre lo tomó en serio, le presentó toda la parentela...
malos...