sábado, 10 de octubre de 2009

Una indigestión

Una amiga de mi hermana en Perú, le refirió en cierta ocasión lo que le pasó a su hija Micaela cuando esta tenia 19 años. Micaela era delgada, muy delgada y siempre gustó de usar ropa holgada, como una forma de disimular su delgadez. La chica era un poco rebelde, por lo que los diálogos entre madre e hija eran poco frecuentes.

Una tarde, a la hora de la siesta, Micaela, llamó a su madre y le pidió que por favor, la llevase hasta la asistencia o al hospital público, ya que "algo le había caído mal y estaba con indigestión". Su madre, al principio, pensando que la indigestión era producto del olluquito con charqui que habian almorzado le ofreció un te de yerba luisa, el cual Micaela rehusó. Luego le preparó unas sales de frutas, las cuales también rechazó. Ya para ese entonces, la nena se quejaba mucho del dolor y le rogaba a la madre que la llevara a hacerla atender, por lo que la subió al coche y al hospital fueron.

Entraron a la sala de urgencias y a Micaela la pusieron en una camilla y se la llevaron, su madre quedó esperando afuera. Pasaron un par de horas y no había novedad de la nena, por lo que la señora entró a impacientarse. Le preguntaba a las enfermeras por el estado de su hija y nadie sabía darle información, hasta que vio salir a uno de los médicos, se acercó y le dijo "Doctor, soy la madre de Micaela Robles, quería saber cuanto tardaran en darle el alta para llevarla a la casa", el médico la miró intrigado y con rostro circunspecto le dijo "Señora, en estos momentos su hija está en trabajo de parto, luego del cual seguramente quedará internada un par de días, no vamos a darle el alta inmediatamente".

"Como que está con trabajo de parto?" exclamó esta buena señora "Usted debe haberse confundido, mi hija lo que tenía era dolor de estómago por el olluquito con charqui de este mediodía". "No señora, su hija tiene un embarazo a término de 39 semanas, no se había dado usted cuenta?" la interrogó el médico. "No doctor, ella conmigo habla muy poco y nunca me dijo que estuviese embarazada" se lamentó la mujer.

Hoy esa indigestión se llama Arturo, tiene 6 años de edad y es el engreído de su abuela, quien jamás logró entender por que su hija Micaela, hasta el último momento le ocultó el embarazo, aún cuando estaba desgarrándose de dolor por las contracciones.

1 comentario:

naty dijo...

bueno yo conoci un caso asi, era una amiga de mi cuñada pero en este caso ya era gorda y tenia como 30 años vivia con la mama y hasta dormian en la misma cama.... el padre del bebe era un chofer de colectivo que nunca se hizo cargo....
es de no creer ocultar un embarazo por 9 meses.....