domingo, 29 de noviembre de 2009

Una porqueria este regalo

Hace muchos años, una tarde de dicembre, Sergio llegó a casa con una amiga de su trabajo y con una caja que contenía una botella de champagne y dos copas.

- Y eso? - les pregunte
- Me lo regaló el duenio de la empresa - me dijo María - la amiga de Sergio - Qué se cree? nos debe aun el sueldo de noviembre y piensa que me va a arreglar con un champancito de porquería? Quién conoce esta marca? Moet Una porquería este regalo!
- Dejame verlo - le digo y le pido la caja

Abrí la caja y para mi sorpresa esta contenía dos lindas copitas de cristal con el logo de Chandon grabado y una botella de Moet Chandon Extra Brut

- Boluda! -le dije- es champagne Francés! - y sin perder tiempo lo puse en el freezer para que enfríe.

Una hora mas tarde estábamos bebiendo esa botella de riquísimo champagne francés. Debo reconocer, hasta ahora ha sido el champagne más rico que he tenido oportunidad de probar, y la boluda pensaba que era nacional de una marca llamada Moet. OMG!

lunes, 12 de octubre de 2009

Novela

Estoy escribiendo una mini novela. Solo he escrito un capítulo, realmente es un tema agotante, ya que requiere mucha imaginación y dedicación, sabran entender que me demore en escribir.

Les dejo la direccion

http://convistaaljardin.blogspot.com

Gracias por sus comentarios

domingo, 11 de octubre de 2009

Cumbia? no.

Cristian, un conocido mío, es un flaco de 34 años, que trabaja en un banco y hace 5 está en pareja con Fernando, un abogado. Ambos comparten una casa en Palermo y tienen un buen pasar. Les gusta la música electrónica y se los puede encontrar generalmente en Pachá o en alguna fiesta privada en alguna quinta de la zona de Moreno.

Hace un par de años, por una cuestion de celos, esta pareja decidió separarse. Cristian, quien tenia toda su familia en el interior de la provincia se fue a vivir temporalmente a la casa de Luis, un amigo de él, y dejó su casa, su auto, el perro y a Fernando en Palermo. Un sábado, como a las tres semanas de haberse separado y por presion de Luis, Cristian decidió salir a bailar y a estrenar su soltería. Fueron a Amerika.

Estaban en el boliche cuando Cristian notó que otro pibe lo miraba mucho, se acercó a éste y empezaron a hablar. Se llamaba Miguel, tenia 25 años, y trabajaba de operador telefónico para Tarjeta Shopping. El pibe parecía piola, estaba lindo, y entre los dos surgió la química. Como la pasaron bien que decidieron verse entre semana. Asi fue como Cristian lo llamó y fueron a almorzar juntos el miércoles. Miguel lo invitó a ir el sabado a su departamento en Quilmes, ya que su compañero de piso, Matías, cumplía años y organizaban una reunión. Cristian aceptó y como ese día Miguel trabajaba hasta las 8 de la noche, quedó en esperarlo a esa hora en la puerta de su trabajo.

El sábado, puntualmente Cristian estaba esperando a Miguel en la puerta del call center donde este trabajaba. Cuando salió, Miguel le dijo que debian ir a tomar un colectivo detrás del correo. "Colectivo hasta Quilmes, por que no tomamos un taxi o remis?" pensó Cristian, quien hacia años que tomaba un colectivo solo en forma ocasional cuando no andaba el subte. Esperaron como 45 minutos que llegara el colectivo, y hacia Quilmes fueron, en un viaje que tardó una hora.

Cuando se bajaron del bondi, Cristian estaba con algo de temor, eran mas de las 10 de la noche y el lugar era una villa. Miguel viendo el temor de mi amigo, intentó calmarlo diciéndole "no te hagas problema, mi vieja vive en el barrio, a mi me conocen todos acá, no nos van a afanar, a lo sumo nos piden 5 pesos para una birra"

Caminaron unas 12 cuadras hasta que llegaron a un edificio de tres plantas donde estaba el departamento de Miguel y Matías. Subieron las escaleras hasta el segundo piso y al entrar al departamento lo primero que le llamó la atención a Cristian fueron la cantidad de minas que había. Eran las 8 hermanas de Miguel, y una tía. Las minas en su mayoría habian ido con sus maridos o novios, y algunas habian llevado a sus hijos. El departamento de tres ambientes era chico y estaba a reventar de gente, los grandes sentados como podian en las pocas sillas y sillones, los pides correteando.

Miguel le explicaría luego que Mary su tía, de unos 42 años, era en realidad su hermana mayor, que habiendo nacido cuando su madre era muy jóven, como a los 14 años, fue criada por su abuela como si fuera una hija más. Osea que en la familia eran 10 hermanos? No. Miguel tenia un par de hermanos mas que no habían ido a la fiesta, uno de ellos por que no se bancaba la homosexualidad del hermano y el otro porque estaba preso. Eran 12 hermanos en total, todos de la misma madre, pero no del mismo padre.

Cristian conoció a Matías y a la pareja de éste, Claudio. Un par de loquitas andróginas y estereotipadas, como salidas de una peluquería de barrio. A esta altura Cristian ya se sentía incómodo y Miguel no tuvo mejor idea que presentarselo a toda la parentela como "su novio".

Lo que era la parentela... Todos parecían haberse vestido en La Salada. Todo trucho y con la peor combinación de colores posible. Le ofrecieron de beber. Las opciones eran, vino tinto frío con jugo de naranja, coca o cerveza. Optó por lo último.

Pasadas las 12 trajeron la torta del cumpleaños y empezó el jolgorio, la música a todo lo que daba el estereo. Que música pusieron? Cumbia obviamente. Cristian quien no soportaba la cumbia y menos cuando la ponen a 2000 decibeles sólo pensaba en la forma de desaparecer de la susodicha reunión. El se habia imaginado que iria a una casa donde se reunirian para la previa por el cumpleaños del otro flaco, habr{ia una picada, tomarian unos tragos, y después se irian a algun boliche a celebrar, y no que estaría en una sucursal de Metrópolis.

En este punto coincido con Cristian. No entiendo por que a la gente que le gusta la cumbia, solo puede disfrutarla cuando el sonido de la música le taladra los tímpanos. Si se escucha cumbia, tiene que ser "al taco". A mi no me cierra.

Mientras Miguel se lucia bailando con alguna otra de sus hermanas, la numero 5 o la 3, ya que eran tantas que Cristian no podia recordar los nombres, Mary, la hermana-tía, se le acercó y le empezó a hacer preguntas personales, a que se dedicaba, que edad tenía, donde trabajaba? Estaba tanteando al candidato a cuñado. Intentó en tres oportunidades sacarlo a bailar cumbia, a lo que Cristian se rehusó, indicandole que a él no le gustaba la cumbia para nada. "Que lástima, a Miguel le encanta, mirá como baila, se pasa todo el día escuchando cumbia" fue la respuesta de esta chica.

Poco antes de las 4 de la mañana, las parejas con hijos decidieron retirarse a sus hogares, y las otras planificaban de seguir el jolgorio en alguna bailanta cercana. Miguel quería ir, Cristian no. Por lo que fingiendo estar descompuesto, le dijo a Miguel que le pidiera un remis y que él fuera a bailar. Al principio Miguel no quería dejarlo ir y le ofreció que se quedara a dormir allí, pero Cristian ya habia cubierto su cuota de Quilmes y sólo deseaba regresar a la Capital, al departamento de Luis, su amigo.

Llegó el remis y le cobro como 65 pesos el viaje hasta Villa Urquiza. Cristian me dijo que no estuvo tranquilo hasta que el coche cruzó el puente Pueyrredón dejando atrás el conourbano. Obviamente nunca mas se vieron con Miguel. Cristian se hizo el boludo y cada vez que este lo llamaba postergaba una posible reunión, un día Miguel no llamó más.

Que fue de la vida de Cristian? Como a las 3 semanas de este evento, se reconcilió con Fernando su pareja.

sábado, 10 de octubre de 2009

Una indigestión

Una amiga de mi hermana en Perú, le refirió en cierta ocasión lo que le pasó a su hija Micaela cuando esta tenia 19 años. Micaela era delgada, muy delgada y siempre gustó de usar ropa holgada, como una forma de disimular su delgadez. La chica era un poco rebelde, por lo que los diálogos entre madre e hija eran poco frecuentes.

Una tarde, a la hora de la siesta, Micaela, llamó a su madre y le pidió que por favor, la llevase hasta la asistencia o al hospital público, ya que "algo le había caído mal y estaba con indigestión". Su madre, al principio, pensando que la indigestión era producto del olluquito con charqui que habian almorzado le ofreció un te de yerba luisa, el cual Micaela rehusó. Luego le preparó unas sales de frutas, las cuales también rechazó. Ya para ese entonces, la nena se quejaba mucho del dolor y le rogaba a la madre que la llevara a hacerla atender, por lo que la subió al coche y al hospital fueron.

Entraron a la sala de urgencias y a Micaela la pusieron en una camilla y se la llevaron, su madre quedó esperando afuera. Pasaron un par de horas y no había novedad de la nena, por lo que la señora entró a impacientarse. Le preguntaba a las enfermeras por el estado de su hija y nadie sabía darle información, hasta que vio salir a uno de los médicos, se acercó y le dijo "Doctor, soy la madre de Micaela Robles, quería saber cuanto tardaran en darle el alta para llevarla a la casa", el médico la miró intrigado y con rostro circunspecto le dijo "Señora, en estos momentos su hija está en trabajo de parto, luego del cual seguramente quedará internada un par de días, no vamos a darle el alta inmediatamente".

"Como que está con trabajo de parto?" exclamó esta buena señora "Usted debe haberse confundido, mi hija lo que tenía era dolor de estómago por el olluquito con charqui de este mediodía". "No señora, su hija tiene un embarazo a término de 39 semanas, no se había dado usted cuenta?" la interrogó el médico. "No doctor, ella conmigo habla muy poco y nunca me dijo que estuviese embarazada" se lamentó la mujer.

Hoy esa indigestión se llama Arturo, tiene 6 años de edad y es el engreído de su abuela, quien jamás logró entender por que su hija Micaela, hasta el último momento le ocultó el embarazo, aún cuando estaba desgarrándose de dolor por las contracciones.

La pampa tiene el ombú (la plaza de tribunales también)

Marcelo, un amigo mio, me contó que alguna vez, allá por 1994, a sus jóvenes 18 años, conoció en el desparecido boliche Experiment a Ariel, un flaco de 22 años, que vivía con sus viejos en Glew (zona sur, bastante lejos).

Entre los dos pegaron onda y empezaron a salir. Marcelo vivía en Lomas de Zamora, no tan lejos como Glew, también vivía con sus padres y no trabajaba. Ariel en cambio trabajaba de mozo en Guerrín, una pizzería de la avenida Corrientes.

La actividad y los horarios de Ariel hacían que sólo se pudiesen ver el día martes en que éste tenía franco, o después de terminar su turno en la pizzería, normalmente entre las tres y media y las cuatro de la madrugada los fines de semana. Marcelo a veces esperaba a Ariel dentro de algún boliche, pero en algunas oportunidades iba hacia la avenida Corrientes y esperaba en la puerta de Guerrín que su novio terminara de trabajar.

Como ambos vivían fuera de capital y con sus respectivos padres, tener sexo era complicado. Casi siempre solían terminar en algun telo "gay friendly" (en esas épocas no todos los telos aceptaban parejas del mismo sexo), generalmente uno que estaba cerca de Salta y Carlos Calvo, pero ese gasto rutinario implicaba todo un presupuesto. Otras veces aprovechaban el departamento que algún amigo les prestaba.

Un sábado de enero a la madrugada, tipo 3 de la mañana, estaba caluroso. Ariel salió de trabajar, Marcelo lo estaba esperando. Había sido una noche floja de trabajo, era verano, mucha gente de vacaciones fuera de la ciudad y no habían tantos espectáculos de teatro. Ambos no se habían visto hacia mas de una semana por inconvenientes de agenda y deseaban ir al telo, pero para mala suerte estaban sin plata y para colmo, no tenían ningún departamento de amigos disponible adonde ir, por lo que empezaron a caminar sin rumbo fijo por el centro.

Iban ambos por Talcahuano, rumbo hacia Santa Fe cuando al pasar por la plaza de Tribunales vieron esos enormes y frondosos Ombús (aunque algunos dicen que son Gomeros) de más de 150 años de edad, fueron hasta la base de uno de ellos y decidieron treparlo. Una vez arriba y viendo que de tan frondosos, nadie los veía, se les ocurrió que el lugar era una buena alternativa para tener sexo, por lo que allí mismo, empezaron los mimos y terminaron garchando.

Si bien Marcelo me dijo que fue un poco incomodo hacerlo arriba de un árbol, el hecho es que allí lo hicieron. Parafraseando el dicho popular, solía decir "La plaza tiene el ombú, el ombú tiene las hojas. Los padres tienen sus hijos, para que yo me los coja" Todo un poeta

domingo, 4 de octubre de 2009

Fanta Azul

Tendría yo cuatro años, cuando sucedió lo que les voy a referir. Para ese entonces aún vivíamos en la casa que alquilábamos en Pueblo Libre. Una casita chica de dos plantas, dos habitaciones, un jardincito al frente.

Pasaba una mañana por la cocina, donde Zuleida ya se encontraba preparando el almuerzo, cuando sobre una de las mesadas veo una botella de 350 cc de las de vidrio de esa época, de Fanta. A diferencia de la Fanta convencional cuyo líquido es de color naranja, éste tenía un llamativo color azul.

Verla y desearla fueron dos eventos simúltaneos. "Fanta Azul" dije y tomando la botella me di dos grandes tragos del pico. "No!" alcancé a escuchar antes de caer desmayado en el piso de la cocina. El líquido con el que se había llenado la botella no era gaseosa, sino Ron de quemar (o alcohol, como le decimos acá) , que habían comprado en casa para limpiar no se que cosas y yo me acaba de beber.

Trataron de reanimarme rápidamente, haciéndome devolver lo que había tomado, me dieron leche cruda (puajjj!) y me llevaron a las apuradas a la asistencia pública, donde me hicieron un lavado estomacal.

Regrese a casa sin ganas de volver a tomar gaseosas ni leche. De este evento debe haberme quedado la aversión a tomar leche o yoghurt. Felizmente el susodicho líquido no me causó quemaduras internas, aunque supongo que por su graduación alcohólica debe haber originado la primera borrachera de mi vida.

Así que ya saben, tengan cuidado con lo que se llevan a la boca, independientemente de lo sabroso que parezca.

sábado, 3 de octubre de 2009

En otra vida lo haremos mejor

Hace un par de semanas, en la oficina, tuve un dialogo con uno de mis superiores, relacionado a unos modelos de equipos que debíamos elegir. Primero determinamos que nosotros elegiríamos el modelo y así lo hicimos, a los dos días me llamó y me dijo que había cambiado de idea y que volviésemos todo para atrás, que hablara con los interesados y cerrara con ellos el modelo que más les gustara; esa misma tarde me llamó a última hora y me indicó que no hiciera así, que nosotros elegiríamos el modelo.

Le informé que yo ya había hablado con los interesados, y que iba a ser complicado revertir este hecho. Hizo una pausa, pensó un poco, y me tiró una frase magistral "Tenemos que honrar la palabra entonces. Dejemoslo así. En otra vida lo haremos mejor"

Esa última parte "en otra vida lo haremos mejor" me quedó dando vueltas. Es obvio que el error fue de él y lo dijo a modo reflexivo, como un reto a sí mismo; pero el efecto de introspección que me causó a mi fue impresionante, por lo que desde ese día vengo pensando en que cosas haría mejor yo, en otra vida. Acá van algunas.

Seré escritor. No seré ingeniero ni nada técnico. Me dedicaré a escribir y vivir de eso. No le haré caso a ningún mandato familiar que me obligue a "ser ingeniero como tu padre". Tampoco se si estudiaré una carrera o licenciatura, sí se que me capacitaré y perfeccionaré en técnicas literarias, pero no necesariamente esperaré ver mi titulo de Licenciado colgado en la pared. Como de hecho mis títulos de Analista e Ingeniero no están colgados en ninguna pared, sino enrollados y guardados en un cajón.

Hay gente que me dice que puedo llegar a ser escritor aún, que estoy a tiempo.

Como a mi me gustaría, no. Ser escritor full time a esta edad, empezando de cero, no creo. Me hubiese encantado ser como un García Marquez o un Vargas Llosa. Podré ser escritor part time, postear cosas en este blog y quien sabe algún día editar un libro, pero el tren que me hubiese llevado a ser escritor de tiempo completo, ese, creo que ya pasó y no lo tomé.

Usar diferentes cortes de pelo. Desde chico me peinaron con raya al costado. Ni corto ni largo, pero con raya al costado. Una de mis abuelas hasta me ponía gomina en el pelo, y así quedó. A pesar de que traté de peinarme distinto, hasta pasados los 20 años, no era yo el que estaba al espejo sin mi peinado con raya al costado. Después, a los 25, cuando empecé a quedarme sin pelo, opté por tenerlo corto y sin raya. Hoy si me lo dejara largo me quedaría una horrible aureola de fraile tonsurado en la cabeza, para eso, prefiero raparme la cabeza una vez por semana. Debí haberlo sabido disfrutar al pelo cuando aún podía. En otra vida jugaré con mi pelo y me animaré a variantes y alternativas.

Animarme al descubrimiento sexual. Cuando tenia 12 años, con un pibe, hijo de una amiga de vieja empezamos a explorar nuestra sexualidad. Al principio fueron solo juegos exploratorios. Luego pasamos a sesiones de masturbación mutua. As{i seguimos, hasta que un día me propuso que tengamos sexo oral. Yo reculé. "Eso es de cabros (gays)" le dije, a mis inocentes 12 años. "Y que crees que es lo que hemos estado haciendo hasta ahora?" me contestó tranquilamente. Yo me cagué todo. De golpe aquellos juegos a escondidas pasaron a transformarse en actos homosexuales. Nunca volvimos a jugar, y a los pocos días dejamos de vernos. Yo lo evitaba. Mi vieja y su amiga dejaron de verse por no se que causa de negocios, y nunca lo volví a ver al flaco ese. Quien sabe, si yo no me hubiese negado en esa instancia, todo lo que habría podido desarrollar y disfrutar en lo sexual. Por el contrario, desde esa vez, quedé un poco traumado y por varios años no me animé a descubrir mi verdadera sexualidad. En la próxima vida sabré resolverlo mejor.

Aprender a escribir con mas de dos dedos. Algo ya posteé sobre esto el año pasado. http://absolutemandrin.blogspot.com/2008/11/soy-bi-dedal.html Me quedará como una asignatura pendiente para la próxima vida.

Tocar un instrumento musical. Sí. Hay dos instrumentos que me hubiese gustado aprender a tocar, los teclados o el bajo. No es que me hubiese gustado ser un músico profesional, aunque tampoco me disgusta la idea. No me veo encarnando a un Rick Wakeman ni a un Elton John (no! por Dios), pero más de una vez me he encontrado a mi mismo escuchando alguna canción y tratando de repetir las notas en un teclado imaginario, o por ejemplo, al escuchar las notas del bajo de "Ala delta" de Los Divididos, cerrar los ojos e irme volando sobre los acordes de ese bajo. En otra vida no dejaré pasar la oportunidad de aprender a tocar algún instrumento.

Como síntesis de mi reflexión, creo que muchas cosas podrían haber sido distintas si hubiese sabido decir "Sí" cuando quería algo o decir "No" cuando no era mi deseo.


domingo, 27 de septiembre de 2009

Sesos al natural

Mi vieja siempre contaba esta anécdota que le había ocurrido siendo aún niña. Mi abuela se casó primero con un oficial de la policía del Perú, pero antes de cumplir 10 años de casados se divorciaron. Quedo mi abuela viviendo soltera con su hija, mi tía, cuando conoció a otro oficial de policía, este era de la policía de investigaciones. Se casaron y de este segundo matrimonio nació mi vieja.

Mi abuelo se ve que no era devoto de la fidelidad, por lo que mi abuela le dio forata y se divorció por segunda vez. Hete aquí que reapareció su primer marido, el cual la reconquistó y le ofreció volver a convivir. De esta forma se reunificó la familia.

El General (como mi abuela llamaba a su primer marido, dado que fue el rango que alcanzó antes de retirarse) era de carácter fuerte (el tipo era jodido), pero con mi vieja por lo que se, fue un buen padrastro, estricto, pero bueno.

Un día para celebrar un ascenso en su carrera decidió festejarlo a lo grande y llevó a su mujer y a los dos chicas a almorzar a lo que en ese entonces era uno de los mejores restaurantes de Lima, el Grill del Hotel Bolívar. Estaban vestidos todos para la ocasión, sentados en el lujoso salón de hotel, mi vieja debe haber tenido 12 años, a lo sumo, y cuando el mozo les trajo el menú, se sorprendieron al ver tantos nombres de platos extraños.

A mi vieja le llamó la atención uno de ellos y tuvo la mala idea de pedirlo "Sesos al natural". El General la miró a mi mamá con cara de sorpresa y le preguntó si estaba segura de su elección, mi vieja le dijo que sí, que era eso lo que quería, "bueno -dijo el General- pero te lo comes todo!".

Ese plato, como su nombre lo indica, esta compuesto por una porción de sesos de vaca apenas hervidos, con un acompañamiento de panaché de verduras. Un plato horrible, pero que sonaba importante.

Cuando vino el mozo con los platos...

El plato de mi vieja era unacon la verdura hervida. No bien le dio un corte con cuchillo, de la masa gris de sesos empezaron a manar hilillos de sangre. A mi vieja se le hizo un nudo en el estomago; el General con rostro adusto la miraba y le recordaba que debía comérselo todo.

Estuvieron casi dos horas sentados a la mesa y no se levantaron hasta que mi vieja se hubiese comido hasta el ultimo bocado de los sesos cuasi crudos. Nunca mas en su vida mi vieja tuvo la ocurrencia de pedir algo fashion en un restaurant sin estar segura que podría comérselo, y jamás volvió a comer sesos, en cualquiera de sus presentaciones.

Hoy veo a los chicos que piden cualquier plato, se comen las papas y dejan el pollo, la carne o el pescado, y los padres no les dicen nada, o a lo sumo dicen "se llenó con las papas fritas". Si a alguno de estos pendejos le tocara un padre como el General, estoy seguro que a la segunda vez que no terminaran el plato se llevaban el bife de sombrero.

Eran otros tiempos.

La masturbación

Se me ocurrió hablar hoy de esa vieja amiga de la adolescencia, la masturbación. Así que"me dije a mi mismo "buena idea! manos a la obra!

Que varón no recuerda haberse despertado un día siendo joven y descubrir que por alguna extraña razón, tenia una tremenda erección? Lo normal es que luego de orinar la misma se desvanezca, pero que levante la mano aquel que pueda afirmar que de joven no sucumbió al menos una vez a la tentación de masturbarse para calmar su erección? Sí la alternativa era además de fácil muy placentera... claro está, como toda actividad tenia asociada algunas complicaciones, sobretodo si de joven compartías la habitación con algún hermano.

Y ni hablar si eras de aquellos que cuando eyaculan jadean excesivamente. Cagaste, tus gemidos delatores se escucharon por toda la casa... Tu vieja habrá pensado "Ya se despertó Iván"

Por otra parte estaba el hecho de que hacer con el producto de la masturbación? No era cuestión de ir apelmazando sábanas, boxers, slips, remeras o medias. Menos aun dejarlas todas pegoteadas tiradas por el piso de la habitación. Además de que en algunos casos el semen al secarse genera un olor muy penetrante, el que sumado a los olores normales de la habitación de un adolescente (olor a pata, transpiración y de algún cigarrillo a escondidas) convertían tu habitación en un ambito no muy placentero para estar, alguien, generalmente la madre de uno, debía pasar después a recolectar la ropa sucia, descubriendo tu secreto placer.

Y si no sos circunciso (no es mi caso), debías limpiarte cuidadosamente para evitar que te quedara residuos resecos de semen entre el glande y el prepucio, que además de dar una sensación de suciedad me imagino que debían de ser bastante incómodos y generar picazón a lo largo del día. Por eso debe ser que hay gente que esta tocándose todo el día. Estos sucios se masturbaron, no se limpiaron y les pica... mirá lo que llegué a deducir...

Otro tema era tener cuidado donde se apunta. Hay gente que en lugar de vesícula seminal tiene una bomba de medio HP adentro y al eyacular dejaba las balas por cualquier lado: una almohada, la pared, la cabecera de la cama o lo mas peligroso, que te dieras de lleno en un ojo, lo cual genera un ardor muy desagradable.

Conocí gente que le encantaba masturbarse. Recuerdo un amigo que decía "tres al día, salud y energía". Tres? le pregunté una vez, y me contestó: "una al levantarme, una al acostarme y la tercera en alguna clase aburrida". Este pibe era tan pajero que mientras nosotros estábamos viendo el método de resolución de problemas con ecuaciones de dos incógnitas, el estaba resolviendo su propio problema personal y de incógnito.

Otra gente se vanagloriaba de haber ganado concursos de paja grupal. "Copa Copaja" la llamaban y se concursaba en tres categorías. Más rápido, disparar más lejos o generar mayor volumen de producción. El problema en esas reuniones de masturbación colectiva podía presentarse cuando alguno de los competidores se cansaba y le pedía al del lado "que le diera una mano". Algo que podía ser malinterpretado.

Recuerdo una vez que me malinterpretaron, no por la masturbación, pero por algo parecido. Frecuentaba en esas épocas el Opus Dei en Córdoba, y una tarde nos fuimos camino a Tanti a ver un prime del rally mundial. Estábamos en medio del campo, al lado de la ruta esperando que aparecieran los bólidos, y de aburrido que estaba se me ocurrió ir caminando al otro lado de la loma para ver que se veía desde allí. Le dije a uno de los pibes del Opus "voy allá, atras de la loma esa, a echar una mirada, venís?" y el flaco, pudorosamente me contestó "No, andá vos solo. Dios no ve bien que las cosas personales se hagan en público". El flaco entendió que iba a echar una MI-ADA y que lo estaba invitando a que me acompañe. OMG!

Dicen que masturbarse hace bien, que evita el cáncer de próstata y que además es anti-stress. Otros dicen lo contrario, que genera fatiga, que no te permite tener plena funcionalidad sexual dado que el objeto del goce no esta en el acto sino en uno mismo, que causa pérdida de la memoria y otra cosa que ya no me acuerdo.

Hay expertos en técnicas de masturbación. Con la izquierda. Con la mano adormecida. Con la pierna, con un almohadón. Un amigo me contó una vez que a él le encantaba hacerlo con una cáscara de banana y una mosca. Cazaba la mosca, la encapuchaba en una cascara de banana, metía el pene por el extremo y dejaba al bichito hacer todo el trabajo. No usaba las manos! Esperemos que quien haga eso no se confunda y en lugar de una mosca no ponga un tábano. Que dolor!

Por otra parte, para la mayoría, sino todas las religiones, es algo pecaminoso. Por que? por que es algo placentero, y ya sabemos que todo lo placentero es malo. Si a este mundo hemos venido a sufrir... como vas a tener una actividad que te de placer? Creo que lo único placentero que aun no ha sido prohibido por las religiones son las caricias de una madre a su bebé. Bueno al menos hasta ahora no le han encontrado la forma de tildarlo de negativo, pero demosle tiempo, algo se les va a ocurrir.

Una vez estaba con un grupo de amigos en casa y estábamos viendo un documental sobre el budismo, el cual venía bastante interesante, hasta que le preguntaron al monje sobre el tema de la masturbación. Este monje se refirió a que debido al hecho de que ellos creen en la reencarnación, la masturbación era algo negativo, dado que quien se masturba, estaba desperdiciando cientos de miles de espermatozoides al eyacular y de esa forma le estaba quitando la posibilidad de reencarnarse a una o mas almas. "Mierda!" le escuché decir a uno de mis amigos "soy un asesino en masa entonces!"


sábado, 26 de septiembre de 2009

Mercedes y Giusseppe

Allá por 1934 vivían en Lima Don Rómulo Avalos y su esposa, Doña Mercedes Vitalli. Habían tenido ya 4 hijos, aunque el varón, Alberto, había fallecido de muy pequeño, por lo que quedaban solo las tres nenas. Un buen día y después de varias peleas conyugales, por algunas aventuras de Rómulo, Doña Mercedes dijo basta!, cargó sus petates, a sus tres hijas y dejó a su marido.

Vivía Doña Mercedes en casa de una de sus hermanas, en Barrios Altos, cuando en la misma cuadra se estableció una familia italiana recién llegada de Europa. Así fue como conoció a uno de los hijos de esta familia, Don Giusseppe Salvatori, un tano bastante fachero.

Si bien Doña Mercedes no se había terminado de divorciar, al conocer a Giusseppe quedo encandilada. Entre ambos el flechazo fue inmediato y comenzó el romance. La familia de Giusseppe no veía con buenos ojos la relación de su vástago con una mujer separada que cargaba con 3 hijas; por lo que trataba por todos los medios a su alcance de impedir que el romance prosperara, pero ya sabemos como son estas cosas, mientras más gente se ponga en contra y escollos aparezcan, más se las ingenian los tórtolos para encontrarse, y en el caso que les cuento, hubieron varios encuentros a escondidas.

Un buen día de 1935, Doña Mercedes le dio una sorprendente noticia a Giusseppe, estaba embarazada. Este, como todo un caballero le prometió casamiento y le solicitó terminara de hacer sus tramites de divorcio. Fue a su casa y le comunicó la noticia a sus padres, los cuales pusieron el grito en el cielo y reclamaron vendetta.

En menos de 15 días, embarcaron de regreso a Giusseppe a Nápoles, le escribieron cartas a los parientes indicando que no bien el muchacho llegara a Italia le consiguieran una novia, joven, bonita y sobretodo virgen, para casarlo.

Doña Mercedes quedó en Lima, sola, con los crespos hechos y con un vástago en camino. Antes que partiera Giusseppe se juraron amor eterno, aunque ambos sabían que tal vez no volverían a verse. Mercedes se encontraba abatida. No solo acababa de perder a su gran amor, sino que cargaba con la certeza de que sería víctima del oprobio de la pacata sociedad limeña de esos tiempos.

La noticia de las desventuras de su ex mujer llegaron a oídos de Don Rómulo, quien acudiendo en auxilio de su esposa, le ofreció que volviera con él, que él reconocería al bebé como propio. Doña Mercedes hizo de tripas corazón y aceptó volver con sus hijas, sus petates y el embarazo a la casa de su marido. Vale aclarar que si bien vivían bajo el mismo techo, entre ambos conyugues nunca volvió a haber contacto sexual, es más, dormirían el resto de sus vidas en habitaciones separadas.

El hijo de Mercedes nació en 1936. mercedes tuvo un bebé de piel blanca y grandes ojos verdes, que contrastaba sus hermanitas de piel mas bien morochitas y ojitos achinados . Para cualquier advenedizo quedaba muy marcada la diferencia entre este muchacho y sus hermanas. Claro, si eran hijos de distinto padre.

Doña Mercedes hacía malabares para afear a su hijo, pero por mas esfuerzo que pusiera, el joven se diferenciaba día a día de sus hermanas mayores. Lo que nunca entendí fue por que a este nene, Mercedes aceptó bautizarlo con el mismo nombre que su esposo, Rómulo. Eso sí que fue un misterio. Sobretodo por que es un nombre bastante feo.

La situación estaba así planteada cuando regresó a Lima Don Giusseppe cuatro años después,al comenzar la guerra en Europa, con su esposa italiana y un hijo y otro en camino, dispuesto a poner una sala de cine. Las hermanas de Mercedes al verlo de vuelta lo contactaron y lo pusieron al tanto de la situación. Así fue como el tano se enteró de la existencia de su hijo natural y pidió ver y hablar con Mercedes, pero ella se negó. Mercedes sabía que no soportaría ver a su amado de vuelta, más aun sabiendo que este se había casado.

Nunca se juntaron a hablar y solo se volvieron a ver cara a cara en dos oportunidades, pero en silencio.

Mercedes sí accedió a que Giusseppe conozca a su hijo y de esta forma el pequeño Rómulo supo la verdad de sus orígenes. Semanalmente iba, al principio llevado por sus hermanas y después por cuenta propia, a la salida de la escuela a visitar a su padre. El tano vio florecer su negocio y terminó siendo propietario de 4 salas de cine en el centro de Lima, cada vez que recibía a su hijo se desvivía por darle regalos, ropa y atenciones.

Un buen día el joven Rómulo le dijo a su verdadero padre que se iba a casar. Giusseppe fue a la iglesia el día de la boda, y recién allí, después de mas de 25 años, a lo lejos vio a Mercedes. Esta se dio cuenta de su presencia pero no se acercó ni se saludaron.

Rómulo hijo siguió visitando a su verdadero padre con frecuencia. Si bien su existencia fue un secreto muy bien guardado que ni su esposa conocía, a escondidas encontró la forma de que Giusseppe conociera también a sus nietos.

Un buen día, Rómulo hijo falleció en un accidente. La noticia le fue comunicada a Giusseppe quien acudió al velorio. Allí saludó a la viuda de su hijo sin que esta supiera quien era ese caballero italiano que le dijo en forma enigmática "su esposo era un hijo para mí" y en esa oportunidad fue la segunda y última vez que se vieron con Mercedes.

Con lágrimas en los ojos por la muerte del secreto hijo común, ambas miradas se cruzaron. Habían pasado casi 40 años desde que vivieron su romance, y entre ellos aún había amor, aunque ambos sabían que tenían esos sentimientos reprimidos.

Tanto Mercedes como Giusseppe fallecieron entre 1985 y 1988, y esta historia me la relató hace algunos años Rómulo Avalos (nieto), quien no solo tiene que soportar llevar ese nombre de viejo, sino que además está imposibilitado de gestionar la ciudadanía italiana y el pasaporte comunitario debido a que no existen papeles que certifiquen su verdadera filiación, a pesar de ser nieto de italiano.

La fiesta inolvidable

No. No voy a hablar de la película con Peter Sellers, todo un clásico del cine cómico. Voy a referirme a una fiesta que marco un antes y un después en la vida de muchos de nosotros. la fiesta de año nuevo del 82.

Ese fin de año, no se bien a cuento de que, pasada la navidad de casa emigraron todos hacia Trujillo o Cajamarca, dejándome solo en el departamento. Ese verano rendía los exámenes de ingreso a la universidad e iba a clases a la academia preparatoria, por lo que no me podía ir de vacaciones y me quedé.

Tres días antes del año nuevo, mi primo Pedro, Fito, Odilo y Pacho vinieron a casa y tiraron la idea de usar el departamento para una fiesta de fin de año. Pensé que se trataba de una broma por el día de los inocentes, pero no era así. Al principio yo no estaba muy de acuerdo, el departamento estaba completamente amoblado con los muebles Luis XV de mi vieja, podían dañarse, pero, entre los cinco, repensamos las posibilidades y vimos la forma de guardar todo lo frágil o de valor en la habitación de mi vieja y de mi hermana, resuelto ese escollo nos dedicamos a organizar la fiesta.

Pacho y Pedro se encargaron del alcohol y las bebidas me parece, Fito resolvería el tema de la comida facilmente, traería baldes con pollo de Kentucky fried chicken y comida china, Odilo se encargaría del cotillón y la música y yo de preparar la casa. Las chicas serían invitadas entre todos. Calculamos los asistentes, hicimos las cuentas y empezamos a avisar a la gente.

Así fue como a las 10 de la noche del 31 empezaron a caer. Además de nosotros cinco, estaban entre otros, si la memoria no me falla, mi primo Roberto, Charly Flower, Narco-boy, el Chapulín, Pilín, Y-cuñau y el loco Cesar. Las chicas invitadas iban desde Carmen (una ex Miss Perú playa amiga de Odilo) y sus amigas , las chicas de trabajo social de la Católica que invitó Charly (con Techi "la aguerrida" a la cabeza) y que tenían fama de ser rápidas a la hora de subirse al tren de la alegría, Astrid, una alemana amigovia de mi primo Pedro, las Ingalls, un par de hermanas de dudosa reputación que vivían en una casa tipo cabaña rústica (de ahí el nombre) que trajo Roberto, las pachas (chicas de levante) de Lince que invitó Narco-boy y alguna que otra invitada suelta. Como ven, una concurrencia bastante ecléctica.

La fiesta se desarrollaba perfectamente, recibimos el año nuevo con mucho brindis, comimos, bebimos y bailamos. pero a eso de las 3 de la mañana la cosa se empezó a descontrolar. Para empezar en las escaleras que iban hacia el piso de arriba Narco-boy se divertía con una de sus pachas, mientras que en las que iban hacia el piso de abajo, Y-cuñau hacía lo propio con otra. En la cocina, Charly le practicaba respiración boca a boca a una futura trabajadora social, en un momento quise entrar a mi habitación pero al encender las luces encontré un mar de brazos y piernas sobre mi cama. Esta estaba ocupada por mi primo Roberto quien se encontraba atendiendo a Angela y Claudia Ingalls en simultaneo. Hasta había gente teniendo sexo en los autos estacionados en la calle. La fiesta había derivado en una maratón de gente garchando desenfrenadamente.

Para las 5 de la mañana se vieron algunas parejas retornar de sus escondites, continuamos bailando y tomando hasta las 6 en que el jolgorio finalizó y los invitados empezaron a partir. Fito, fuera de sí por tanto descontrol, al grito de "Tiremos la casa por la ventana" empezó a lanzar los restos del cotillón por la ventana desde el quinto piso a la vereda, para terminar lanzando también los baldes vacíos de pollo de Kentucky fried chicken, los vasos y platos descartables .

A las 7 de la mañana y con la casa hecha un quilombo, los 5 organizadores cerramos todo y nos fuimos a Punta Hermoza a desayunar tamales con chicharrón. Ese sí fue un buen comienzo de año

domingo, 20 de septiembre de 2009

Año nuevo del 81

En Perú la costumbre de celebrar el año nuevo en una fiesta estaba muy arraigada. A diferencia de la Argentina, donde es una fiesta mas familiar y a no es sino hasta las 2 o 3 de la mañana en que la gente raja para los boliches a bailar, en Perú, la cosa era más formal. Había que reservar lugar en donde querías pasarlo. La fiesta se celebraba con cena, donde no podía faltar el susodicho pavo y el puré de manzana y se bailaba hasta las 6 de la madrugada, hora en la cual levantabas los bártulos y te ibas a dormir.

El año nuevo del 81 fue, a mis 16 años recién estrenados, la primera vez en que participaría de una fiesta de ese tipo... y vaya la fiesta que fue! Por esas épocas frecuentábamos junto a dos de los hermanos Ponz y otros chicos del barrio el departamento de las chicas Alvarado (Claudia y Rocío), en San Felipe. Estas chicas eran dos hermanitas de 18 y 16 años, a las cuales ambos Ponz les estaban revoloteando. Como la mamá de las Alvarado trabajaba hasta las 8 de la noche, la tarde, después del colegio, era mas que propicia para tomar el departamento por asalto, y ahí nos juntabamos todos.

Ese diciembre recuerdo que acababan de asesinar a John Lennon, por lo que su música estaba omnipresente en cualquier radio FM que uno sintonizara. Sandro Ponz y Claudia Alvarado llevaban unos cuatro meses de novios, Mauricio Ponz moría por Rocío Alvarado, la cual acababa de cortar con Jimmy, un pibe onda surfer que vivía en el mismo complejo de edificios. El resto les hacíamos el aguante.

Llegada la fecha de fin de año, las chicas nos avisaron que se estaba organizando una fiesta en una casa de Magdalena, el precio no era caro, y decidimos ir todos los del grupo. Así fue como a las 10 de la noche del 31 de diciembre estábamos los 4 varones de saco y corbata pasando por el departamento de las Alvarado para llevarlas a la fiesta junto a otras dos amigas de ellas.

Pero como dice la ley de Murphy, si algo puede salir mal, saldrá mal... esa noche salieron varias cosas mal.

No bien nos sentamos en la mesa apareció la primera sorpresa de la noche. A dos mesas de distancia de la nuestra estaba Jimmy, el surfer. Entre este pibe y Rocío no dejaban de cruzar miradas, lo que generaba una bronca natural en Mauricio. Los restantes pibes de la mesa tratabamos de mantener a Mauricio calmado, el cual empezó a beber copiosamente.

Era obvio que Rocío sabía que Jimmy iba a estar allí esa noche, y que la idea de ir nosotros con ellas era parte de una gran trama tejida por las chicas para que Jimmy y Rocío volvieran. Si serán maquiavélicas las minas...

Llegado el momento del brindis, vino la segunda sorpresa de la noche. Claudia Alvarado le dio a Sandro la noticia de que estaba embarazada. El pobre Sandro que en esa época tenía solo 18 años quedó blanco como una hoja de papel, e imitando a su hermano menor, se dio de lleno a la bebida. Inmediatamente la noticia del embarazo se esparció por la mesa y todos comentabamos este hecho, salvo Mauricio y Sandro que se dedicaban a tomar mas y mas tragos. Mientras tanto Rocío aprovechó la situación y salió a bailar con su ex novio. La fiesta parecía irse a la mierda, derecho y sin escalas.

Como a las tres y media de la madrugada Mauricio quien ya tenía varios litros de alcohol encima se fue hasta la mesa donde estaban sentados Jimmy y Rocío, le habló a éste en privado y sin que nos diésemos cuenta, salieron los dos del salón. 10 minutos más tarde se acercó un flaco a nuestra mesa y nos avisó que nuestro amigo estaba peleándose en la calle con el otro muchacho.

Obviamente salimos a las corridas. Jimmy, quien era un par de años mayor que nosotros, estaba vapuleandolo a golpes a Mauricio, quien a pesar de la borrachera que tenía, no quería dejarse vencer y apelaba a su amor propio para continuar peleando. Los separamos y nos llevamos a Mauricio al baño para que se recomponga, mientras las chicas de la mesa pedían varias tazas de café para reanimarlo.

Sandro, su hermano, seguía consternado por su incierto futuro de papá primerizo y terminó vomitando su borrachera en el salón, por lo que también nos dio el encuentro en el baño, donde Mauricio pedía a gritos que alguien le consiguiera "un tiro" (una línea de cocaína) para pararse y salir de vuelta a pelearlo a Jimmy, quien obviamente para ese entonces ya se había hecho humo de la fiesta llevándose a Rocío. Carlos y yo tratábamos de devolverle la compostura a ambos hermanos Ponz.

De repente y como para terminar el jolgorio, el dueño de la casa se apersonó hasta el baño y sin que le temblara el pulso nos comunicó que debíamos retirarnos de inmediato de la casa en vista de los desordenes que habíamos ocasionado. Carlos y yo nos miramos como diciendo "nosotros que culpa tenemos de que estos dos armen un escandalo", pero visto y considerando que la orden de desalojo era general, buscamos nuestros sacos por la mesa y nos retiramos con los dos heridos a cuestas.

Después de ese evento, salvo Sandro, los demás dejamos de frecuentar el departamento de las Alvarado en San Felipe. Felizmente para él, quien no quería casarse ni así le diesen una Ferrari de dote, Claudia tuvo durante enero algunas complicaciones y terminó perdiendo el embarazo, oportunidad que Sandro no desaprovechó para hacer mutis por el foro, ergo, desapereció también de la vida de las Alvarado.

En fin, fue un año nuevo de mierda.

A ella le gustaban los remiseros

Me contaron esta historia anoche. mas bien, me contaron el final, la primera parte ya la conocía. Aquí va. Luis trabaja de remisero en Avellaneda, está casado y tiene un hijo. 'Luis es un flaco canchero, de 32 años, con mucha labia, alto, delgado y que te compra con su alegría natural. Le encanta la cumbia y el futbol.

Una tarde le asignan un viaje en la remisería, fue a buscar a una señora y la llevó de Avellaneda a Recoleta. En el viaje conversó con la mujer, se llamaba Doris, era abogada, de entre 55 y 60 años. Doris estaba casada y tenía con su marido una fabrica de repuestos de auto en Lomas de Zamora. Doris disfrutaba de un muy buen pasar. Ese día en particular se juntaba con unas amigas a tomar un café en un bar de recoleta. A Doris, Luis le cayó en gracia, le preguntó el nombre y le dijo que lo iba a volver a pedir para un próximo viaje.

El pedido de Doris no se hizo esperar. Esa misma noche, para volverse de Recoleta a Avellaneda, llamó a la remisería y pidió que le manden a Luis. Durante el viaje de regreso le entró a preguntar por datos de su vida privada, si estaba casado y si tenía hijos, donde vivía, cuanto ganaba, etc.

Durante las siguientes dos semanas Doris llamó constantemente a la remisería pidiéndolo a Luis para sus viajes. A Luis esto le parecía raro, su auto no era de los más lujosos y Doris podría viajar más cómoda en otro coche, por lo que le preguntó por que tanto interés en él. Doris lo tranquilizó, le dijo que con él ella se sentía segura y que lo veía como el hijo que no llegó a tener. Durante esos viajes se hicieron confidentes, Luis le comentaba de los problemas de su familia y Doris le contaba anécdotas de su vida.

Al mes del primer viaje, Doris le hizo una oferta a Luis para que dejara la remisería y trabajase exclusivamente para ella por 3.500 pesos al mes más combustible. A Luis no le pareció mala la propuesta y luego de meditarlo un poco aceptó y empezó a trabajar full time para Doris. Esta lo llamaba a cualquier hora del día o de la noche, le pedía que le llevara a tal o cual lugar, que la esperase, si se iba a quedar poco tiempo o que se volviera y que pasara a buscarla a determinada hora. En ocasiones Doris le pedía que la viniera a buscar, y sin un lugar donde ir, le indicaba que fueran a tal restaurant, donde, para no comer sola, le indicaba a Luis que cenara con ella. Así Luis conoció algunos de los mejores restaurants de Palermo y Las Cañitas.

Hubieron algunos regalos, una camisa para Luis, una remera para su hijo... Los que veíamos esta relación desde afuera sospechabamos que Doris tenía otras intenciones con su chofer, pero Luis negaba todo, según él se trataba de una buena mujer que lo estimaba como al hijo que nunca tuvo. Doris hasta llegó a ofrecerle un trabajo a la madre de Luis en la fábrica en cuanto se generara una vacante.

El primer mes de su trabajo con dedicación plena a Doris, Luis lo cobró en término. En ese momento Luis ya planificaba la forma de meterse en un crédito para cambiar el coche por algo mejor. Al final del segundo mes, el pago se demoraba. Doris le ponía excusas. Que habían problemas en la fabrica, que estaban cortos de plata, le daba 500 pesos y le prometía plata para la semana que viene, etc. A pesar de no saldarle a Luis, las cenas continuaron y Doris no cambió su modo de vida. Al flaco las cosas no le cerraban. Si ella estaba apretada de plata, como podía ser que siguiera gastando lo mismo?

Durante el tercer mes los llamados de Doris a Luis se hicieron cada vez más esporádicos. Al final del mismo y habiendo cobrado solo la mitad de lo del segundo, Luis la encaró a Doris y le pidió que se pusiese al día con él. Doris se deshizo en excusas y le prometió pagarle todo para el viernes de esa semana. Luego de eso, Doris desapareció. No lo llamó más a Luis. Tampoco le atendía los llamados. Luis fue a buscarla un par de veces a la casa y la mucama le respondía que Doris no se encontraba.

Luis, necesitado de dinero, volvió a la remisería. Un día, dos meses después, regresando de un viaje ve a Doris en otro remís, acelera y se pone a la par tocándole bocina, Doris lo vio y le indicó al conductor que siguiera, que no parase. Este conductor era otra flaco de unos 30 años, fachero, alto y delgado, muy parecido físicamente a Luis.

Luis aceleró y encerró al otro coche, obligándolo a detenerse. Se bajó e increpó a Doris, por no pagarle a él y por llamar a otro remisero. Doris lo miró a Luis a los ojos y le dijo "Luis, perdiste tu oportunidad por no saber entender las necesidades de una mujer", abrió el bolso, le dio 200 pesos y le dijo "no reclames más y por favor, no me llames"

Efectivamente, para Doris, los remiseros eran giggolos.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Shana Tova

Ayer empezó el Rosh Hashanah, que es la fiesta del año nuevo judío. Una vez participé de esta celebración; he aquí mi relato de lo que en esa oportunidad sucedió.

Por alguna extraña razón mi vieja siempre tuvo entre sus mejores amigas gente de la colectividad judía. participó de bodas, bar mitzvahs y todo tipo de ceremonias. Supongo yo que en alguna encarnación previa mi vieja debió haber sido un rabino o algo parecido. Pues bien, cuando yo estaba por cumplir 17 años, una familia judía amiga nos invitó a todos nosotros a celebrar con ellos Rosh Hashanah.

Yo no tenía ganas de ir, pero, obligado por mi vieja, debí ceder. El templo quedaba a solo 2 cuadras de mi casa, así que el día fijado, a las 6 y media de la tarde, fuimos para allá. Nos encontramos con esta familia en la puerta y ahí nos separamos. Las mujeres (mi vieja, su amiga, la hija de esa señora y mi hermana) se fueron por un costado, y los varones (el marido de esta señora, mi hermano y yo) fuimos por otra puerta a prepararnos. En una mesa habían un montón de kipás que es el gorrito redondo que usan los judíos. Mi hermano y yo que no poseíamos kipá propio tomamos uno cada uno de allí. También habían libros de oraciones en esa mesa y debimos tomar uno cada uno.

Para el que no sabe, estos libros están escritos totalmente en hebreo y se leen de derecha a izquierda. Como yo no sabía en ese entonces (ni ahora) leer hebrero, no se para que me dieron el libro? pero sí se que me pasé toda la ceremonia simulando seguir las oraciones al menos, imitando lo que hacían los demás.

Entramos a la sinagoga propiamente dicha y vi al costado, en el sector de mujeres a mi vieja y hermana ya acomodadas. Nos ubicamos nosotros y esperamos que se inicie la ceremonia. Recuerdo que todos murmuraban en hebreo lo que leían en los libros (que mi hermano y yo simulábamos leer) e imitábamos todas las acciones. Nos sentábamos cuando la gente lo hacía y nos parábamos cuando los otros se paraban.

Intuía que todo el mundo me miraba y se daba cuenta que no tenía la mas leve idea de lo que estaba haciendo, por que era sapo de otro pozo. Se tocó cuatro veces creo, el shofar, que es una especie de trompeta hecho con el cuerno de una cabra y no mucho mas. Agradecí cuando llegó el final de la ceremonia, por que sinceramente, no entendía nada.

Fue la experiencia mas parecida que se me puede ocurrir a actuar en una obra de teatro, sin saber el guión ni el idioma en el que hablan los actores. Totalmente surrealista.

Al salir del templo devolvimos la kipá y el libro y me sentí mas aliviado, aunque ahi nomás en la puerta estaba todo el mundo dándose la mano o abrazándose, diciendo "Shaná Tová", . Como 100 personas que yo no conocía me dieron la mano y me dijeron "Shaná Tová", que debía hacer yo? Contestar "lo mismo le deseo", "igualmente", "que la recontra, por las dudas", "la tuya!"? Después me explicaron que Shaná Tová significa feliz año

De ahí nos fuimos a la casa de esta familia donde nos aguardaba una opípara cena, hecha toda en base a platos judíos, bastante ricos. La mesa estaba puesta como para que comieran 20 personas, cuando en realidad eramos solo 7.

Durante esa cena me enteré que a la semana siguiente se celebraba el Yom Kippur o día del perdón, y que al final de la ceremonia, después de un día de ayuno, se hacía otra cena similar, a la que obviamente nos estaban invitando.

Llegado ese día, discutí con mi vieja, quien se negaba a aceptar mi negativa a ir nuevamente. Le expliqué que no tenía ningún interés en hacer papel de monigote. No fui y creo que mi vieja nunca me entendió, por que estuvimos distanciados sin hablarnos unos 4 días.

Shaná Tová

Médicos eran los de antes?

Tendría yo 15 años o tal vez 16, no recuerdo exactamente, cuando me empezaron a aparecer unas erupciones en las piernas y brazos. Recuerdo habérselo comentado a mi vieja y ella me recomendó que fuera a ver a un dermatólogo, el mismo que alguna vez había atendido a mi viejo, y que tenía muy buena reputación. Me dio el numero del consultorio, llamé y saqué un turno, recuerdo que fue para un viernes a las 19 horas.

Para mi era todo una nueva experiencia. Jamas había ido solo a una consulta. Hasta ese momento todo había sido médico a domicilio o que me llevara mi vieja, de alguna forma era una señal de que estaba madurando.

Llego el día de la consulta y allí fui. El consultorio estaba en Miraflores, en la calle Shell, frente al parque Kennedy. Esperé un buen rato en la sala de espera (odio que me den un turno y tener que esperar) y pasé a ver al médico. Le expliqué mi problema, me pidió que me sacara la camisa y el pantalón y me recostara en la camilla para examinarme, así lo hice. Me miró las erupciones, busco una lente de aumento y las volvió a mirar, y me pidió que me vistiera.

Mientras me estaba vistiendo, me explicó que esas lesiones parecían ser infecto-contagiosas, me dio un nombre que no recuerdo bien cual fue, me dijo que me lo podía haber agarrado dando la mano o en cualquier lugar público. Me indicó que hiciera lavar la ropa con un detergente especial y que me bañara con un jabón que me iba a recetar, además de aplicarme una crema sobre las lesiones. Que no me preocupara, que no parecía nada complicado y que en 15 días debía estar recuperado. Si al final de ese lapso no desaparecían las lesiones, que regresase a verlo para que me mandaría a hacer unos análisis.

Hasta ahí, todo perfecto, salvo que después hizo algo que realmente me hizo sentir mal. Fue hasta el borde de la camilla, saco no se de donde un envase de Baygón (sí, el insecticida) y roció la camilla donde había estado yo hacía minutos.

Todo bien. Entiendo que lo que yo tenía podía ser fruto de algún virus o bacteria y que debía evitar que el siguiente paciente se contagiase... pero, hacía falta echar el insecticida cuando aún estaba yo dentro? Al ver eso me sentí un híbrido de leproso y sarnoso. No le dije nada, por vergüenza, pero al regresar a casa, cuando mi vieja me preguntó como me había ido y cual era el diagnóstico, se lo conté. Se puso hecha una fiera (y cuando mi vieja se enojaba, se enojaba en serio) por poco lo llama al galeno para mandarlo a la mierda. Tuve que pedirle que no lo hiciera. Aunque hasta el día de hoy sospecho que efectivamente lo llamó cuando yo no estaba presente y lo reputeó.

Médicos eran los de antes? Para mi que no.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Tirate al piso

Al final de la avenida Salaverry, asando la embajada rusa, donde una vez me cruce con el loco suelto, cruzando la avenida Del ejercito, en Lima, existía un restaurant denominado "El Pollón" el cual era un punto central de nuestras recorridas. Esta era una pollería propiedad de unos chinos si no me equivoco, que vendía pollos a la brasa casi 20 horas al día. Abrían como a las 11 de la mañana y cerraban a las 7 del día siguiente. Era impresionante como vendían.

Constaba este negocio de dos sectores circulares, uno al fondo, donde estaban la cocina, la barra y habían mesas; en este sector, mas resguardado de la vista de cualquiera que pasara por allí, era muy común ver a cualquier hora del día maridos en plan de trampa con sus amantes tomando algo o comiendo. El otro sector mas cerca de la avenida Del ejercito, era donde estaban los asadores. En el medio, entre ambos, había un sector abierto con mesas y techado,sobre un costado de este sector se estacionaban los autos de los clientes.

Nosotros, ya sea que nos diera hambre al empezar la noche, o que quisiéramos comer algo al terminarla, recalabamos en El Pollón. El pollo a la brasa era de muy buena calidad, así como el sandwich de pollo, pero a nosotros, el plato que más nos gustaba era "las salchipapas".

Como debes intuir, el plato consiste en salchichas fritas cortadas en rodajas y papas fritas, a lo cual lo podes acompañar con mayonesa, ají, mostaza o ketchup. Este plato lo podes encontrar en cualquier punto de comida al paso de Lima, te lo venden en bandejitas descartables y es muy popular. Pero, en El Pollón, te lo servían al plato y no solo era impresionantemente abundante, sino que venia acompañado de una ensalada de espárragos, remolacha y zanahoria exquisita.

Otra cosa a favor de El Pollón era su ubicación. Estaba a escasas 4 cuadras de mi casa y a 5 de la de mi primo, por lo que era muy común que hiciésemos escala allí de camino hacia alguna de nuestras casas. Así ocurrió el día al que refiere el evento que voy a contarles.

Era una tarde fría de julio o agosto, tipo 5 de la tarde y mi primo Pedro y yo paramos para comer sendas salchipapas a El Pollón. Estábamos sentados en una de las mesas del medio, en el sector descubierto, yo de espaldas a la cocina y mi primo de espaldas a los asadores. Eramos por la hora y el frío los únicos comensales sentados en ese sector. Estabamos saboreando nuestros platos cuando de repente vimos pasar corriendo dos tipos por entre las mesas. Inmediatamente después se sintió un ruido fuerte y seco, como si se hubiese caído una placa de chapa o algo así. Mi primo alzo la vista de su plato, mirando por sobre mi hombro, se puso pálido y me dijo "tirate al piso! Están disparando, huevón!"

A mi espalda se habían colocado dos policías que perseguían y les disparaban a los tipos que pasaron corriendo. Estos, se habían parapetado en el sector de los pollos a la brasa y contestaban los tiros de la policía, y nosotros, en el medio de la balacera, tirados en el piso sentíamos las balas pasar silbando.

El tiroteo habrá durado unos cinco minutos, uno de los chorros fue herido, el otro quiso escapar corriendo por la avenida, aparecieron no se de donde dos patrulleros y lo agarraron. Fin de la historia policial.

Claro que el evento a nosotros nos cortó el hambre de modo fulminante. Dejamos las salchipapas a medio terminar, agradeciendo a la providencia el no haber terminado traspasados por alguna de las balas, o como rehenes de los chorros, y nos fuimos de allí rápidamente. Que yo recuerde, fue la única vez en todas mis visitas a El Pollón, en que no terminé el plato de salchipapas.

Después de este evento, suspendimos nuestras visitas a El Pollón.

Creo que los chinos vendieron el negocio, no estoy seguro. A los pocos años El Pollón se fue de su ubicación histórica y se ubicó a unas tres cuadras de allí. No se si fue la mudanza o el cambio de dueños, pero algo pasó y entiendo que la calidad de la comida y la atención decayeron.

Nunca volvió a ser lo que supo ser.

sábado, 12 de septiembre de 2009

La anciana insatisfecha y el ladrón violado

Esta semana leí en Clarín la noticia que transcribo:

En la comuna de Washington, Córdoba, una mujer de 90 años fue violada en dos oportunidades por un malviviente que, al no encontrar dinero para robar, la amenazó y la sometió sexualmente. Luego del hecho, la víctima radicó la denuncia en la Comisaría de la zona, con detalles precisos, describiendo a su violador como un joven de entre 20 y 25 años. "La señora estaba medio dormida y el ladrón se había tapado la cara con un pañuelo. Como la mujer no tenía plata, mientras la amenazaba con un cuchillo, la ató y la violó en dos oportunidades" informó la policía cordobesa.
De no creer. Un pibe se va a violar dos veces a una vieja de 90? No te la creo. Para mi son inventos de la vieja. Realmente debe haber sucedido lo que narro a continuación.

El chorro debe haber entrado a la casa de la vieja y empezó a revolver las cosas mientras la mujer dormía, buscando plata. Como no encontraba ni un peso, se desesperó y cometió el error de hacer ruido.

La nonagenaria, Doña Etelvina, debe haberse despertado y como es una mujer precavida que ya ha pasado por infinidad de situaciones, debajo del colchón ella duerme con un revolver para protegerse. La anciana debe haber amenazado al ladrón con el revolver, lo debe haber atado a la cama, le tapó la boca con el pañuelo, y ahí si, le bajó los pantalones para darse un pequeño festín sexual.

Como al pibe, la imagen de la nonagenaria desnuda y de carnes caídas no le movía ni un pelo, Doña Etelvina optó por sacarse la dentadura postiza y ya sin dientes, hacerle al flaco el pete de su vida. Este cerró los ojos y dejó a la vieja que haga lo suyo. Cuando Etelvina vio que el miembro del pibe estaba suficientemente preparado y lubricado se sentó sobre el pinocho y empezó a cabalgarlo recordando los años 30.

Terminado el primer acto, Etelvina seguía insatisfecha, por lo que decidió que no le vendría mal una limpieza de cloacas. Así que fue a la cocina, y al mejor estilo Marlon Brando, se embadurnó el tujes con manteca. Regresó dando saltitos a la pieza, mientras tarareaba "Danica dorada, Danica dorada... era para untar, era para untar" largó nuevamente la dentadura postiza y "a comerla..."

Finalizada la fellatio preparatoria, la vieja abrió sus carnes traseras y volvió a introducirse el miembro del pendejo, mientras que vaginalmente se excitaba introduciéndose el caño del revolver.

Habiendo terminado el segundo acto, Etelvina fue a asearse al baño, sin darse cuenta que el ladrón violado había logrado aflojar sus ataduras. Este, viéndose libre de la tortura de las últimas tres horas, agarró sus pilchas y se escapó por la ventana.

Este abandono presuroso del nidito de amor puso a Etelvina de un humor de perros, por lo que decidió denunciarlo, inventando la patraña de la doble violación mientras dormía. No te parece que mi visión de los hechos es más creíble?

Es claro que los diarios desinforman, por eso, hay que apoyar la ley mordaza de medios K, para que ningún diario vuelva a engañarnos con mentiras como la que les puse al inicio de este post.

La tierra es para quien la trabaja y los diarios para quienes los leen. Hasta la Victoria secrets!



Por culpa de las botineras

Esta semana, después de las desastrosas actuaciones de la selección de Diego Armando, frente a Brasil y Paraguay he escuchado cientos de comentarios que intentaron explicar el porque de las malas performances. Que Maradona esto, que lo otro. Que Messi, que Agüero, que si estuviera Riquelme, que felizmente no está Riquelme, que Grondona, que Bilardo, que Schiavi, que Palermo. Si conviene jugar en Rosario, si hay que volver a River, etc. etc.

Uno de los argumentos que escuché es que el día antes del partido varios de los jugadores de la selección estaban conectados a altas horas de la noche, en MSN, chateando con algunas botineras. Y que la culpa de las malas performances es el desgate de energías que la actividad sexual con las susodichas señoritas pulposas les generan. Es muy probable que así sea.

Hagamos un racontto de las botineras actuales (no incluyamos a Pata Villanueva, por favor). Veamos: Wanda Nara, Jésica Cirio, Luciana Salazar, Eliana Guercio, Natalia Fassi, Silvina Luna, Nicole Neumann, Evangelina Anderson, Mariana de Melo, Jackeline Dutrá, Melina Nicolás, Victoria Vanucci, Amalia Granata, Lulli Fernandez, Sabrina Ravelli, Fernanda Vives, Agustina Córdova, Carolina Molinari, Zaira Nara y la lista sigue... El gaterío completo!

Como ven, toda una selección de botineras. El caso mas impresionante es el de Silvina Luna, quien en su haber cuenta haberse volteado a Gago, Garcé, Maradona, Insúa, Salas, Mantilla, Costanzo y Luciano Figueroa. Hay de todo en la lista. Buena delantera, excelente medio campo y unas defensas muy bien paradas.

Me imagino las conversaciones en la concentración de la selección:

- Che, Juancito, así que estas saliendo con la Alvarez? que tal?
- Sí, no sabés, un camión con acoplado y doble airbag
- Esas gomas, son de verdad?
- Que van a ser de verdad? se las compró el Tute cuando jugaba para el Milan
- Ahhh... claro...
- Y vos, Migue, con quien estas?
- Con la Gutierrez, la ubicás?
- Ahh bueno, son palabras mayores esas... Ella ya tiene 3 tapas de Playboy, la mía solo tuvo una Playboy y dos de Paparazzi
- Sí, pero la tuya tiene dos videos haciendo petes en internet, re jugada. La mía solo tuvo un video, manoseandose con la hermana
- Ehhh, pero ese video está bárbaro... lo debo haber visto como 15 veces en una misma noche antes de jugar con el Arsenal, si le habré sacado lustre a la garcha mirándolo...
- Sos un pajero Juancito...
- Che, no te enojas si cuando la largues la llamo? pasame el numero de su celu, le tengo unas ganas a esa par de tetas...
- Te paso su MSN y empezá a hablarle desde ahora, hacele el chamullo, total, yo ahora me regreso a Paris y la semana que viene va a ir a visitarme la Vaninni
- La que tiene un orto descomunal?
- La misma. Podria estacionar mi BMW allí y sobra espacio. La conocí en Esperanto el lunes, después de jugar con Brasil, cazé el iphone, y ahí mismo le compre un pasaje y le prometí mostrarle la torre Eiffel, jajaja... esta torre le voy a mostrar (tocandose el bulto)
- Sos un ganador Migue!
- Somos, Juancito, somos!
- Tenemos que juntar la hacienda un día y organizar una partuza. Te acordás cuando jugabamos en San Lorenzo y entre los 15 del equipo llamamos a Gianina Inocenti?
- Como me voy a olvidar de eso...

Estos pibes, en lugar de estar pensando en si Dunga va a poner una delantera con línea de dos o de tres, están pensando en la tanguita roja o de leopardo que le van a comprar a su minita en Asunción.

Acá lo que hace falta es un DT con mano dura. Se acuerdan de las épocas en que dirigía Pasarella? Si el jugador tenia pelo largo o arito no entraba en la selección. Minga se van a poner a chatear con el Kaiser rondando.