viernes, 20 de febrero de 2009

Una bromita

Hace varios años, cuando aun vivía en Córdoba, me encontraba una noche implementando un sistema de estadísticas y costos para una asociación de clínicas que tenia el contrato de atención médica del PAMI. Las oficinas quedaban en la planta baja de un edificio de la avenida Colon y Fragueiro, y en el mismo además de las oficinas de la administración, había un sector que ocupaba el centro de derivación de internados. Cada sector estaba dividido por paneles de chapadur, por lo que las charlas en voz alta se escuchaban de un sector a otro.

Esa tarea consistía básicamente en buscar ambulancia para el traslado y camas para internar a los viejitos. Los operadores del centro de derivación trabajaban por turnos las 24 horas. Recibían llamados de las clínicas o de los servicios de ambulancias indicando que tenían u paciente con determinado diagnóstico y que no había lugar para internarlo y el operador empezaba a llamar a las clínicas donde podía haber cama buscando donde internar a la persona. No atendían al publico. Era un servicio interno de la asociación de clínicas.

Esa noche en que me encontraba trabajando, en la misma oficina estaban dos analistas de la competencia que estaban haciendo ajustes al sistema de liquidación de prestaciones. Si bien eramos competencia, ellos tenían el 25% y yo el 50% de las clínicas de Córdoba como clientes, la relación no era mala.

En el centro de derivación esa noche el turno lo cubría Juan, un pibe de nuestra edad, 31 o 32 años.

En un momento le digo a los analistas que estaban conmigo, le voy a hacer una joda a Juan, no digan nada; y desde un teléfono en esa oficina llame al número del centro de derivación; imposté la voz de una persona desesperada y se dio el siguiente dialogo:

Juan: Centro de derivación PAMI buenas noches
Yo: Hola.. PAMI?
J: Centro de derivación PAMI senior, en que lo puedo ayudar?
Y: Mi papá.... se ahoga.... es el pecho.... creo que tiene un infarto, necesito una ambulancia J: Senior, esto es el centro de derivación, debe comunicarse con algún servicio de emergencia, no podemos ayudarlo
Y: Pero, se me muere... mandame una ambulancia... papaaaaá
J: Senior, dejeme ver si
Y: Se muere... se muere... papaaaaá !!! se murió!

y colgué.

Inmediatamente sentimos un grito que venia desde la sala de derivación, "Se murió! Se murió!" gritaba Juan. Como eramos los únicos en el local fuimos hasta allá y lo encontramos, pálido, con el auricular en la mano y casi llorando. "Se murió, no me dio dirección, ni teléfono, no se a donde mandarle a la ambulancia, se murió mientras hablaba su hijo conmigo" nos decía... los tres nos empezamos a reír a carcajadas, Juan no entendía nada, de que nos reíamos?

A los 5 minutos, cuando pudimos recuperar la compostura, le dijimos la verdad, nos puteó en tres idiomas, español, inglés y cordobés básico... Creo que a partir de ese momento no volvió a dirigirnos la palabra. Y pensar que fue una inocente bromita...

2 comentarios:

patricia dijo...

yo te mato en lugar de el, todavia debe estar haciendo terapia del trauma que le causaron pobre hombre jajajajaja

naty dijo...

que h de p tus joditas son lo mas....jajaja