Lo dejé en Málaga

Alberto fue pareja de Luis hace mas de 12 años y a pesar del tiempo transcurrido, todavía se re-encuentran en cumpleaños o reuniones, muy a nuestro pesar y al de Darío, ya que si bien nosotros lo vemos de tanto en tanto, es Darío quien lo ve y lo soporta más seguido.

Es que Alberto es Don Preciso. Para todo comentario o situación, él tiene algo que acotar. Cualquier cosa que uno diga, o él ya lo hizo, o conoce a alguien que lo hizo (y no solo lo hizo o lo conoce, sino que le salio mejor que a cualquier otro), y eso le da derecho a opinar. Y como él goza del mismo don de infalibilidad que el papa, sus opiniones son irrefutables. Eso hace que en cualquier reunión evites discutir con él sobre cualquier cosa, por mas nimia que sea, para evitar que te espete alguna de sus respuestas con fuerza de bula papal y el ambiente se caldee.

Así van Alberto y su arrogancia por la vida. La arrogancia es la única pareja que le viene durando, ya que el resto, los de carne y hueso, los cambia (o ellos lo cambian a él) cada 15 a 24 meses. Y también, hay que tenerle paciencia... es un hombre grande, de cincuenta y largos, y sus parejas no pasan los veinticinco, la brecha generacional debe ser la culpable de que sus relaciones no prosperen... sarna con gusto no pica, dicen... a él le gustan jovencitos se ve.

Alberto se dedica a la crianza de gatos. Me refiero a los felinos, no a sus parejas, no piensen mal. Gatos exóticos, de angora y persas. De acuerdo a lo que una vez comentó, en su casa llegó a tener como 45 gatos. OMG! Yo he llegado a tener 3 siameses adultos y ya era bastante, me imagino lo que puede ser tener 45. Te gastas una fortuna en piedritas sanitarias o vas con mascara de oxigeno dentro de tu casa.

Habían pasado varios meses sin que disfrutáramos de las delicias de su compañía, cuando nos enteramos por Darío de la causa de esta desaparición pública. Alberto, junto a Juancito, su último sex-toy, se habían ido a vivir a Málaga, en España, se habían casado y así, no solo habían concretado el vínculo marital sino que Juancito había accedido a la ciudadanía española. Joder!

Es que nosotros, a la relación con Juancito, no le apostábamos muchas fichas. El pibe además de medio histericón, nos parecía que gustaba de ser sex-toy, pero de varios players, no se si me explico. Para decirlo en forma clara, no nos parecía que fuera la fidelidad ambulante. Pero bueno, salud por los recién casados y que sean felices, pero allá lejos, en Málaga.

Pues bien, hace dos meses recibimos noticias alarmantes. Juancito llevaba como dos meses viviendo sólo en Buenos Aires y Alberto iba a regresar tan pronto como terminara de liquidar cosas allá. Aparentemente la crisis los estaba obligando a retornar. Llego el día del anunciado regreso y Juancito fue junto a Sebastián, un amigo en común que tenía auto, a recibir a Alberto a Ezeiza. Lo que pasó allí lo conocemos por Sebastián.

Tan pronto Alberto cruzó las puertas de la aduana de Ezeiza y apareció empujando un carrito con 4 valijas y 3 jaulas para mascotas, Juancito sin saludarlo siquiera entró a revisar las jaulas.

"Donde esta Mister T?" gritó en medio del hall de Ezeiza. Alberto confundido le contestó "No lo pude traer y lo dejé en Málaga, lo tuve que regalar". Juancito estalló en llanto. "Dejaste a mi gato, dejaste a mi gato en España, lo regalaste!" gritaba entre sollozos. "Mañana mismo te tomas un avión y lo vas a buscar" le dijo a un incrédulo Alberto.

De este azarozo evento han pasado ya 20 días, y las noticias que tenemos es que Alberto se encuentra en Málaga nuevamente, tratando de recuperar a Mister T. Suponemos que además debe estar haciendo los tramites de divorcio.