sábado, 16 de mayo de 2009

El palero

En los 80, en Perú, se llamaba palero a aquel que mentía y tirar palo a decir una mentira grande como una casa.

Pues bien, Iván, un amigo nuestro se había ganado merecidamente el apodo de Palero. Iván era mentiroso compulsivo, con la mala suerte de que era malo mintiendo, y como no sabía mentir, todos se daban cuenta cuando lo hacía, convirtiéndose en objeto de burla.

Una vez, un amigo en común cuando pasó Iván a buscarlo, salió de su casa con un casco de albañil. Cuando todos le preguntamos para que llevaba ese casco, nos contestó que era para que "los palos de Iván no me lastimen la cabeza". A ese nivel había llegado nuestra burla.

Algunos ejemplos de sus mentiras:

Iván comentaba que se había levantado una mina y se la había llevado a la costa verde, pasando una noche alocada dentro de su volkswagen escarabajo, solo para enterarnos días después, que en realidad, mientras la muchacha le practicaba sexo oral, Iván se había quedado dormido, ocasión que esta niña aprovechó para robarle el estéreo del auto y regresarse a su casa caminando, dejando a Iván sólo y dormido en el auto.

En otra oportunidad Iván desapareció por dos semanas y al volver a verlo contaba que se había ido de viaje a Miami acompañando a su vieja a hacer shopping. Unos días después por alguna otra cosa nos enterábamos que necesitaba renovar el pasaporte, el cual lo tenía vencido desde hacía 8 años, por lo que nunca había estado en Miami ni siquiera fuera de Lima y lo que lo había tenido desaparecido había sido el sarampión.

Así, miles de anécdotas puedo referir. Comentaba que había aprobado un examen dificilísimo, y luego debía desmentirse al tener que ir al examen recuperatorio. Hablaba de que iba a cambiar su vetusto volkswagen y año a año se lo veía andar en el mismo coche. Iván no tenía reparos en mentir.

Lo más grave es que llegó un momento en que su mitomanía, vaya a saber por que inseguridad o necesidad de aparentar, lo llevó al extremo de que nadie le creyera nada, ni siquiera aquellas cosas que sí eran verdad. Cuando Iván contaba algo,y alguno a su alredeor se tomaba la cabeza para protegersela o se quejaba con un "Ayyyy" era que seguramente se presagiaba una nueva mentira del palero

El cuento del pastor y el lobo hecho realidad?

2 comentarios:

naty dijo...

yo conozco uno que miente y despues de un tiempo se descubre la verdad... de esos hay muchos...jajaja las mentiras tienen patas cortas....pero hay que llevarlas hasta la tumba

Pin dijo...

para mentir hay que saber hacerlo, de eso no hay duda.
por eso es mejor decir la verdad aunque uno no quede de lo mejor parado con ella.

en el laburo hay unos cuantos paleros ahora los voy a apodar asi XD