Juan Cruz y el rugby

En una entrada anterior les presenté a Juan Cruz, el chabón que en Córdoba, tuvo un percance con unos miembros del sindicato de Moyano, en una estación de servicio sobre la ruta 9 (ver http://absolutemandrin.blogspot.com/2009/03/lo-que-le-paso-juan-cruz.html). Hoy les voy a referir otra anécdota de este personaje, la cual le sucedió antes del evento con los camioneros.

Un sábado a la tarde, jugaban un partido de rugby un combinado de Córdoba contra los Pumitas, la versión sub 20 de los Pumas. Jugaban en cancha del Jockey Club, y como era un evento interesante, me fui a ver el partido. Estaba tranquilamente viéndolo, cuando siento que me llaman, al voltear me encuentro con Juan Cruz y otro conocido, Marcelo, un tucumano que también, era más puto que las gallinas.

Ya de por sí era malo estar en un lugar público al lado de Juan Cruz, tenerlos a ambos era una pesadilla. Para colmo estos dos, juntos, como que se potenciaban, y de lo único que hablaban era de lo fuerte que estaba ese o aquel "chongo". Por esto, les dije no se que excusa y tuve que abandonar mi privilegiada ubicación para irme a ver el partido a un lugar menos cómodo, pero alejado de ellos.

Así fue como terminé de ver el partido, que ganaron los Pumitas y al término del mismo, seguí a la gran mayoría de gente hacia el sector de los vestuarios, donde se esperaba que los jugadores salieran hacia el salón que habían acondicionado para hacer el tercer tiempo y saludarlos o verlos de cerca.

Estaba allí parado cuando se me acerca Marcelo, el cual, dentro de todo era menos extrovertido que Juan Cruz, y me dice "Juan está dentro del vestuario de Los Pumitas, sacó un grabador de mano que tiene pegada una calco de LV2 (una radio de Córdoba) y se metió como si fuera un periodista" no lo podía creer... el baboso de Juan Cruz fingiendo ser periodista se había metido al vestuario para ver a los chabones en pelotas al salir de las duchas. Los pibes pensaban que les estaba haciendo un reportaje cuando en realidad se los estaba relojeando de arriba a abajo. Lo tenía todo preparado de antemano! Hay que ser muy puto para hacer todo eso, para mirar chabones en bolas, aunque convengamos que el puto era ingenioso.

No esperé a que la compañía se hiciera más incómoda, o a que lo descubran a Juan Cruz, lo metan en cana y a nosotros nos arresten por cómplices del voyeurista, me despedí y me retiré del club.