sábado, 9 de mayo de 2009

Un retiro espiritual del Opus Dei

Allá cuando tenía 20 años, solía frecuentar una casa del Opus Dei en Córdoba. De alguna forma me servía para conocer gente y hacer amistades, tenía una buena sala de estudios y mas de una vez aprovechaba que estaba ahí, merendaba y partía para la facultad.

Ellos iban de a poco enganchándote mas y mas en el tema del Opus. Primero te invitaban a las meditaciones de los sábados y si pintabas como buen prospecto, te invitaban a cenar ese día. Después te sugerían te confesases con el cura, quien automáticamente se convertía en tu "director espiritual", quien te sugería que lo fueras a ver una vez por semana, charlaras con él y sí hacía falta (siempre hacía falta) te confesases otra vez.

Luego te invitaban a charlas de catequesis que se daban los jueves de 8 a 9, para que recordaras cosas que habías aprendido de chico y te habías olvidado. Terminadas las charlas de catequesis, la invitación era para que te unieras a algún "circulo" reuniones donde se trataban temas de la doctrina cristiana desde el punto de vista del Opus Dei, etc. etc. Yo no llegue a ser invitado a participar de los círculos, antes de eso opté por no ir mas, pero eso da para otra entrada.

Lo que quería contar es la experiencia de un retiro espiritual dentro del Opus Dei. En medio de las charlas, fui "invitado" a ir a un retiro. El Opus Dei tenia para ello una casa en las afueras de Córdoba, con un gran parque, lo que otrora fuera una casa de campo y hoy es el country de Las Delicias. El retiro empezaba el viernes a las 7 pm y terminaba el domingo a las 15 hs, era gratis y acepté ir.

Salimos de Nueva Córdoba los 6 participantes del retiro, el director del mismo y el cura en dos autos y nos fuimos para Las Delicias, al llegar en una cartelera en la pared del living de la casa, mientras nosotros nos incomodábamos en la habitación donde habian 3 camas cucheta, pusieron un papel con el programa, el cual empezaba asi: "19:00 hs - Silencio". Sí, silencio desde que empezaba el retiro hasta el fin del mismo. Solo estabas autorizado a hablar con el cura cuando te confesaras y con el director del retiro. Ahh bueno, pensé, esto se pone feo de entrada.

El retiro era básicamente esto: te levantabas, asearte, misa antes de desayunar, luego una seguidilla de meditaciones y tiempos libres para lecturas individuales, rezar el angelus al mediodía, almuerzo, hora y media de via crucis, más meditaciones y lecturas o charlas con el director del retiro, merienda, rezar el rosario completo, con letanías y todo, meditación, cena, tiempo para lectura y chau, a dormir.

El domingo fue similar salvo que después de almorzar se hizo una meditación final, ahorrándonos la hora y media de vía crucis, que para el que no lo sepa (yo era uno de esos que no lo sabía) consiste en repasar las 14 estaciones, de rodillas (ayyyyyyy!).

En cada estación hay una lectura, y se reza una parte del rosario. Después de la tercera estación, estas pidiendo la hora. Hasta llegué a pensar en tirarme y fingir un desmayo, pero esa gente podía malinterpretarlo y pensar que estaba poseído y exorcisarme allí ipso facto o que estaba teniendo un evento místico, e iban a esperar que levitara del piso. Cualquiera de las dos opciones podía traerme secuelas insospechadas, por lo que junte fuerza y espere que llegara la última estación (Constitución? Retiro?) para bajarme de ese tren.

Lo mas extraño eran los almuerzos y las cenas. Debíamos por turnos, dejar de comer y ponernos a leer el texto que nos asignaban, casi siempre algún pasaje de la biografía de Escriba de Balaguer o algo similar, mientras el resto comía en silencio escuchando el texto. Ni podías siquiera decir "alcanzame la sal", debías pararte e ir a buscarla.

Así no podes disfrutar de la comida, es como que te queda el bocado atragantado y aparte, se te enfriaba el puré de papas.

Al finalizar el retiro te llamaba el director del mismo y te preguntaba si no habías sentido "el llamado"? Era la forma elegante que tenían de "invitarte" a que te unas al Opus Dei. Que contestaron los otros? ni idea... Yo contesté que "no" y a partir de eso me parece que me pasaron a la lista negra. Ya no me invitaban tanto a cenar los sábados ni a merendar, ni ponían tanto interés en mí como al principio. Claro, para que gastar tiempo y esfuerzo en alguien que no iba a darles rédito, habrán pensado.

Por una parte, mejor, si me volvían a invitar a otro retiro, iba a excusarme: "justo ese fin de semana, voy a tener un velorio, lo dejamos para la próxima?"

2 comentarios:

naty dijo...

HAY MI DIOS...
MIRA SI TE ENGANCHABAN...
LAS COSAS QUE HACES POR UN PLATO DE COMIDA GRATIS...

Anónimo dijo...

Se ve que no entendiste nada!