domingo, 16 de agosto de 2009

Habrá sido un Muki?

En 1981 me hice una rápida escapada al callejón de huaylas, en Ancash, Perú. A este valle se le denomina así por estar entre dos cadenas de los andes, la cordillera blanca y la cordillera negra. La cordillera negra es la mas occidental y debido a su proximidad con la costa, carece de cumbres nevadas, en cambio, la cordillera blanca esta en medio de las sierras y sus cumbres son de mayor altura, por lo que sus montañas están siempre nevadas.

En la cordillera blanca están los picos más altos del Perú, el Huascarán, el Huandoy, y la que es considerada la montaña mas hermosa del mundo, el Alpamayo



Mi escapada fue a partir de una invitación de Felipe, un amigo nuestro del barrio, ingeniero agrónomo, el cual estaba trabajando en Carhuaz, en el callejón de huaylas, para una empresa que se dedicaba a exportar flores. Como yo no conocía esa zona del Perú, me tomé un colectivo un jueves a la noche y a la mañana siguiente estaba desembarcando en Huaraz, la capital del departamento de Ancash.

Felipe me esperaba en Huaraz y usando la 4x4 de la empresa me hizo hacer una rápida recorrida por el valle durante ese fin de semana. El viernes, aprovechando que estábamos en Huaraz, hicimos una recorrida por la parte sur del valle, fuimos a Recuay y de allí, subiendo la montaña, hasta las ruinas de Chavín de Huantar, las más antiguas del Perú.

El sábado hicimos la parte norte, la más linda. Salimos temprano de Carhuaz y la primera parada fue en Yungay, ver las ruinas del alud del terremoto de 1970 que sepultó la ciudad entera (habían rocas del tamaño de una casa, restos de colectivos retorcidos que emergían del barro seco, algo bastante impresionante). De allí hicimos la ruta que te lleva hasta la laguna de Yanganuco al pie del Huascarán y al lado del Huandoy. En algún lugar debe haber una foto que tomé de la laguna entre las dos montañas imponentes. Un paisaje muy lindo.

Después siguiendo hacia el norte, Caraz y la posibilidad de llegar cerca del Alpamayo para fotografiarlo. Para esto hay que hacer un camino de tierra de como dos horas bordeando un precipicio, hasta la laguna de Parón. Desde allí se pueden tomar muy lindas fotos del Alpamayo.

En Parón encontramos a una pareja de ingleses y nos pusimos a conversar. Ellos estaban casados y eran fotógrafos profesionales, regresaban a Huaraz a comprar rollos de fotos y nos pidieron si los podíamos llevar. Habían venido al Perú a fotografiar paisajes y montañas para editar su nuevo libro de fotografías, esta vez sobre los Andes. Llevaban 6 meses en Perú y ya habían estado en Puno, Cuzco, Apurimac, Ayacucho, Junín y Pasco. Y por lo que contaron, llevaban tomadas más de 2500 fotos. Su última escala era Ancash. Luego de eso regresaban a Londres y allí, tendrían por delante seis meses más de trabajo revelando y seleccionando las mejores fotos para la edición del libro, el cual contendría unas 150 fotos solamente. Que laburo!

En el camino de regreso nos contaron que algo muy extraño les había sucedido. Ellos viajaban normalmente con sus mochilas, bolsos de dormir y una carpa, para poder quedarse uno o dos días en las zonas que les interesaba fotografiar. Por precaución, en cada ciudad capital adonde llegaban, aprovechaban para mandar los rollos de fotos a Lima, donde un amigo los recibía y los guardaba. Habían salido de Huaraz hacía 10 días con mas de 30 rollos vírgenes, y los habían venido usando en los distintos parajes donde estuvieron.

Al llegar al Alpamayo, decidieron dormir una noche en la entrada de una cueva o mina abandonada que encontraron. Armaron la carpa allí y durmieron. A la mañana siguiente cual habrá sido su sorpresa al descubrir que habían desaparecido todos los rollos, los nuevos y los usados, inclusive los que estaban dentro de las cámaras!

El resto de las cosas estaba intacto, las cámaras, trípodes, filtros de luz y demás elementos de fotografía, todo estaba allí, lo único que faltaba eran los rollos, por ello regresarían a Huaraz a comprar nuevos rollos y hacer todo el recorrido de los últimos días de nuevo.

Nos dijeron que de acuerdo a unos campesinos que habían encontrado y a los que les habían relatado lo sucedido, este robo parecía ser obra de un Muki, o duende de las minas. Yo algo había oído hablar de los Mukis antes, pero supuse que se trataba de alguna fábula de las sierras. De acuerdo a lo que me habían dicho, los Mukis eran unos duendes que se sentían propietarios de las minas, y que solo vivían dentro de estas. Los mineros generalmente sufrían sus bromas, ya que su actividad favorita es hacer desaparecer objetos y asustar a la gente.

No se me ocurre quien podría haberles robado los rollos a estos ingleses, en medio de la sierra, en la entrada de una cueva y desde adentro de la carpa, sin llevarse las cámaras o el dinero que tenían encima. Será cierto y existirán los Mukis?

1 comentario:

naty dijo...

y es cierto o eran unos chantas.... para mi es sierto que hay cosas que no se pueden explicar con la logica.