lunes, 17 de agosto de 2009

Yo paso

En el 2002, aprovechando un fin de semana largo en agosto, nos fuimos con Sergio a Villa General Belgrano, en Córdoba. Fue un lindo fin de semana, aprovechamos para ir hasta La Cumbrecita, degustar las tortas del lugar, comer strudel de manzana, gulash, comidas alemanas y tomar algo de cerveza, estuvo bueno.

Un día mientras caminábamos por el pueblo vimos un chalet que en la puerta tenía un cartel que decía SPA: Sauna y masajes. No nos hubiese venido mal un poco de relax, así que fuimos a averiguar. Nos atendió un hombre de casi 60 anios, muy extraño. Medio hippon, una mezcla de Ron Woods con Bob Marley. Nos hace pasar y nos explica que ese no era sólo un spa para relajarse sino para hacerle un service integral al cuerpo, por que era un tratamiento completo, el cual empezaba a las 8 de la mañana y duraba por 4 horas.

Ese tratamiento consistía en la siguiente rutina: Tres sesiones de sauna finlandés a 90 grados de temperatura por 30 minutos, alternados con 10 minutos de ducha fría a 5 grados. 30 minutos de masaje descontracturante, una limpieza de colon con un enema a base de hierbas de la zona, para lo cual, había que ir en ayunas y al inicio de la rutina se bebía un té laxante que él preparaba. Finalizando el enema y la limpieza interna te dejaban 30 minutos en una sala de relax con música para meditar mientras se quemaban eucaliptos para abrir las vías respiratorias.

Ahh, si uno quería, podía combinar el tratamiento con urinoterapia, para expulsar las impurezas del cuerpo. El chabón hablaba y hablaba para convencernos de tomar el pack básico al día siguiente y nos mostraba las (precarias) instalaciones del spa.

Ya desde el inicio la cosa no me gustaba mucho. Eso no era un spa, sino era la casa del tipo. La idea de andar desnudo dentro de su casa no me convencía mucho. El viejo además tenía cara de libidinoso y por otra parte, ni en pedo pensaba darme esas duchas de 10 minutos con agua a 5 grados, ni hablar de dejar que me haga un enema. Eso era demasiado, pero cuando dijo lo de la urinoterapia, dije este es un chanta.

Sergio a quien le encanta ponerse hablar de estas cosas, le preguntaba detalles del tratamiento. OK, yo lo conozco a Sergio y se que lo hace por preguntar nada mas, de curioso, pero en el fondo estaba con un pequeño temor que el viejo lo estuviera convenciendo y Sergio deseara hacer el tratamiento al día siguiente.

Finalizada la explicación y las respuestas a las preguntas de Sergio, el viejo nos pidió los datos nuestros para las fichas y nos dijo que lo pensáramos, y que si nos animábamos, fuesemos al día siguiente a las 8 am en ayunas. Habremos estado allí adentro unos 45 minutos... de terror! Nosotros solo fuimos a averiguar por los servicios que ofrecían y los precios.

Salimos, caminamos unos metros, lo miré a Sergio y le dije "no se vos, pero yo paso". Sergio me miró y se río, diciéndome "ni en pedo vengo a que me toque este loco, encima nos quería hacer un enema y la urinoterapia, que asco!"

Por las dudas, durante el resto de los días que estuvimos en la Villa, tratamos de no pasar por el frente del "spa" no vaya a ser que nos crucemos con el loco y nos tenga como media hora hablándonos de vuelta.

1 comentario:

naty dijo...

ustedes se meten en cada lugar....
jaja y masajes solo no habia???'