domingo, 23 de noviembre de 2008

El cucú elegante

En primaria, tuvimos un profesor bastante tocado, el profesor Ríos, el cual entre sus delirios cada tanto elegía un alumno de la clase y le asignaba una función, una de ellas era la de ser "El cucú elegante". Este individuo debía a determinadas horas, pararse y decir: "El cucú elegante da la hora, son las..." y decía la hora del día. Función estúpida si las había, por que cada salón tenia un reloj enorme al cual todos mirábamos con odio en esas aburridas clases de geografía o historia por que el segundero no terminaba de dar la vuelta y que llegue la hora del recreo o de salida.

Bueno, años después, durante nuestras amanecidas para parciales o finales de la facultad, mis amigos y yo nos juntábamos en una casa que era gentilmente cedida por el tío de Jorge (que se iba a Europa 4 o 5 veces al año como quien se va al Tigre). Tipo 2.30 am, cuando la fatiga hacia presa de nuestra voluntad, hacíamos un alto y charlábamos, intentábamos motivarnos, que se yo. Allí retomábamos fuerzas hasta las 5 de la mañana en que nos tirábamos a dormir en sofás, alfombras o lo que tuvieramos al alcance.

Una noche, durante esos altos, Augusto dice, vamos a joderlo a Pepe, yo nunca conocí al tal Pepe, pero parece que era medio pelotudo, ya que no era solo Augusto el que lo llamaba por fono a media madrugada. Hablamos de 1982, cuando no existían los sms, ni el caller Id y lo mas parecido a un celular eran los comunicadores del Sr. Spoc y del capitán Kirk. Regresemos al tema, llamamos al tal Pepe, quien atendió entre sueños y no recuerdo bien que se le dijo, pero me parece que se hizo alguna alusión a la vagina de su progenitora, lo cual debe haber retrucado con cariños similares para la mamá de quien llamaba, en este caso el gordo Augusto.

Ese llamado nos degeneró. Empezamos cual adolescentes a buscar desaforadamente en la guia telefónica (unos libracos grandes con paginas blancas y amarillas que se usaban para encontrar los teléfonos y direcciones de la gente) apellidos graciosos para llamar, así encontrábamos a la Sra. Blanca Rojo y alas 2.30 am le preguntábamos si sus hijos eran de color rosa, o al Sr. Mango lo llamabos de parte de la familia Manzanares... huevadas de pibes.

En eso, se me iluminó la mente, case el teléfono, disque un numero al azar y cuando me atendió la vos mas soñolienta que alguna vez escuche, me despache con un: "El cucú elegante da la hora, las 2 y 50 de la mañana, pip" y colgué, escuchando algunos improperios que se apagaban en el auricular. Carcajada general y repeticua obligado.

Durante ese año, habrán sido no menos de 500 personas las que recibieron un cucu-elegantaso a media madrugada. Hasta que un día, la casa del tío de Jorge ya no nos fue cedida, supongo yo, por que algunas abultadas cuentas de teléfono hicieron recapacitar al tío playboy de dejar su casa en manos de 6 irresponsables como nosotros.

Pregunta: A que hora te puedo llamar marcando *31#?

1 comentario:

naty dijo...

jajajajajajajaja...me hiciste acordar a cuando con mi hermanito llamabamos y usabamos los ruidos de un telefono de juguete que tenia cirena de policia.... que bolud..... son cosas de chicos.
EL QUE NO LO HIZO QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA, no tuvo adolecencia....