Las fiestas

Llega diciembre, mi cumple y las fiestas de fin de año.
Etapa mas que propicia para hacer un balance en nuestras vidas, archivar los malditos comprobantes de lo que fuimos pagando durante los últimos 12 meses (por si acaso a la AFIP se le ocurre molestarte con una auditoría de ganancias), planificar las vacaciones, armar el arbolito y... comer pan dulce.

Yo nací en Perú y viví allí hasta los 19 años. Después me vine a la Argentina y luego me nacionalice. Osea que soy Bi. Tengo bi nacionalidad obvio. Sexualmente no soy bi, de eso estoy mas que seguro.

Bueno, resulta que entre las tradiciones de las fiestas de fin de año del Perú, además del único pan dulce comible (auspicia esta entrada, Paneton D'onofrio), estaba el pavo navideño relleno, el jamón del diablo al horno con salsa agridulce, y el chocolate caliente con frutas secas y cointreau. Claro, en aquellas latitudes donde nunca llueve, al sol se lo ve en pleno solo para la procesión del señor de los milagros, la temperatura no baja de 15 ni pasa de 28 y la humedad relativa nunca es menor al 99.5% (Cuantos hecto pascales serán?) tomarse una rica taza de chocolate caliente con licor a las 2 am del 25 de diciembre no era big deal.

Mi madre, cuando nos instalamos en estas pampas, allá por 1984, intento vanamente recrear sus costumbres peruanas.
- Un Pavo? entero? r u crazy? una fortuna, su peso en platino. Hicimos pollo.
- Jamón del diablo, ese de la latita envasado en Virginia como diría Garcia Marquez, ni en pedo encontrabas. Jamón cocido con anana y al buche.
- Chocolate, Aguila conseguimos, lo jodido fue el cointreau, pero creo lo reemplazamos con un poco de Legui
- Pan dulce había para empacharse. No era como allá el mono-marca, sino que había de chocolate, de almendras, con pasas, sin pasas, con fruta abrillantada, sin fruta, en bolsa, caja, lata, solo faltaba que viniese envasado en un preservativo

Con todo, nuestra primera navidad en Argentina, que emoción!
Invitamos unos amigos a cenar y cual fue su sorpresa cuando luego del remedo de cena navideña peruana, del intercambio de regalos, el brindis, los besos y los fuegos artificiales mi madre apareció con unas humeantes tazas de chocolate espesado en legui y cargado de frutas secas, y unas ricas rodajas de pan dulce. 39 grados hizo esa tarde y a mi vieja se le ocurre servir chocolate. Ay Dios!

Información del contexto: quienes tuvieron la dicha de conocer a mi vieja saben que entre una de sus cualidades estaba no aceptar un no, y menos si era comida cuya preparación ella había dirigido o realizado. "Te lo comes o te lo llevas puesto" era una de sus muletillas.

Así que obligadamente los comensales no tuvieron opción mas que beberse el humeante chocolate y de a uno, iniciar la retirada, no vaya a ser que a esta mujer se le ocurra ofrecernos algo mas caliente a las 5 de la mañana. Errados no estaban, en Perú a esa hora, con los huesos del pavo se ha preparado y se sirve un horrendo caldo denominado "aguadito" -cuanta creatividad para el nombre- felizmente luego de muchos ruegos la practica del aguadito en casa había sido desterrada, así que los invitados no corrían mas peligro, pero su partida fue precavida.

De mas esta decir que la siguiente navidad varios de nuestros amigos declinaron aceptar nuestra invitacion, seguramente para no repetir el plato del chocolate. Creo que desde ese dia mi madre empezó a entender que no solo había una separación lingüística, del vos y el tu, el coger y agarrar, sino que había una separación térmica entre las culturas peruana y argentina. para mi, en ese momento empezó a preparar su regreso al Perú, el cual concreto un lustro después.

Es decir que entre la comida de allá y la de acá, lo único similar es el pan dulce, que no se por que, genera una compulsion en mi. De hecho mientras escribía esto me fagocite medio pan dulce de Lia. Si sigo escribiendo me lo termino.

Pregunta: El pan dulce en navidad para los cristianos es análogo a la matzah en pesaj para los judíos?