sábado, 20 de diciembre de 2008

No me importa que sea gay

Nuestra casa de huéspedes era, entre otras cosas, gay friendly. Así fue como empezamos a recibir parejas gay o gente sola que venía a conocer la noche queer de Buenos Aires.

Claudia, una de las chicas que trabajaba con nosotros se babeaba por los gay que nos visitaban. No se si por que eran rubios, o altos, o europeos, o con el cuerpo trabajado, alguna de estas cualidades a ella le generaban fascinación.

El primero fue Gus, un belga que estuvo con nosotros por 12 noches. Ella le sonreía y le hacía caritas, el holandés le seguía el juego. Si hasta la invitó una noche a Buenos Aires News. "Claudia, no te hagas ilusiones, ese chabón es gay" le decíamos, "No me importa que sea gay, esta re-fuerte" respondía ella, confiada en que podría reconvertirlo a la heterosexualidad. Ana solo hablaba español, por lo que sus charlas con el holandés eran casi a señas, era muy gracioso ver esas escenas. Grande debe haber sido la desilusión de Claudia, cuando una mañana Gus bajó acompañado de un pibito de no mas de 21 años que se había levantado la noche anterior y al cual había traído a dormir con él. Claudia no soportó el golpe y le pidió a otra persona que los atendiera en el desayuno. "Lo odio" fue lo único que se le escuchó decir.

Gus se fue y nunca más se supo de él. Claudia le escribía y hasta lo tenía en el MSN, pero Gus desde Bélgica no dio señales de vida, al menos para ella.

Pasaron otros huéspedes, y al tiempo vino Robert, un Irlándes del cual Claudia volvió a quedar prendada. En esta oportunidad las charlas eran en spanglish, Claudia intentaba hablar en inglés y Robert le contestaba en pseudo español. Parecían Tarzan y Jane:
- Yo Robert, Tu Claudia.
- Yes mi quiere conocer tu country algun day
- Yo poder invitar Claudia to Ireland

Así siguieron por los cinco días que Robert pasó entre nosotros, Robert le escribía cada tanto, pero de la invitación no hablaba. Claudia lo olvidó.

Meses después vino Julián, un mexicano con una onda muy metrosexual. Mucha pilcha, depilado y agrandado como la mayoría de mexicanos que he conocido. Claudia habrá dicho esta es la mía, acá no habrá barrera lingüistica que nos separe y fue al acecho.

Iban y venían con Julián, ya sea por el jardín, la pileta o por los shoppings. Elle le hacía de guía turístico cuando terminaba su turno. Nuevamente le dijimos "No te das cuenta que es gay?", pero Claudia respondía "Para mi que esta confundido, debe ser bisexual".

Como Julián no tomaba la iniciativa, Claudia lo hizo y le propuso tener sexo. Julián en vez de negarse, le dijo "bueno, busquemos otro chico y lo hacemos, me encantaría hacer un trio con una chica, es algo que nunca hice"

Ante esta respuesta Claudia se desmoronó. Estuvo con parte de enferma como 3 días, cuando se reincorporó Julián ya estaba de vuelta en Mexico bailando con algún mariachi de Tijuana.

El golpe final se lo dieron dos franceses, Louis y Francois, los cuales eran pareja, y que para Claudia estaban fuertísimos. "No se cual de los dos es más lindo", decía ella. "Claudia, esto ya es el colmo, acá no solo son gay, sino que son pareja, que es lo que pretendes?" le dije, sin obtener respuesta.

Lo gracioso de este caso fue que ella tampoco obtuvo respuesta a sus intentos. Por mas sonrisitas, caídas de ojos, roces que ella intentaba, Louis y Francois ni siquiera se daban por aludidos. Para estos dos flacos, las minas no existían, eran "parte del decorado"

Al tiempo Claudia se fue y dejó de trabajar con nosotros.

1 comentario:

naty dijo...

jaja la mataste que se le va ha hacer a algunas les gustan sea como sea.....