sábado, 13 de diciembre de 2008

Temblor? no... Terremoto!

De todos los desastres naturales, al terremoto es al que le tengo más respeto. Lima esta situada en una zona sísmica, por lo que los temblores eran cosa regular durante mi infancia. Un temblor uno se lo banca, se asusta, pero se lo banca. De hecho, ante alguna vibración, lo mas común es preguntar a quien esta cerca: "Temblor?" Si la cosa dura mas de 15 segundos, y es fuertecito, se busca una salida a la calle, sino, se dice, "sí, ya pasó" y se sigue con lo que se está haciendo.

Pero cuando un temblor se hace cada vez mas fuerte y es largo... ay carajo. Te la regalo.

Tengo un vago recuerdo de una tarde, que estaba en mi casa de Pueblo Libre, con mi abuela, y me sacaban cargado a las corridas a la vereda. No tenía 2 años cumplidos y mi vieja estaba internada en la clínica por que hacía 2 días había nacido mi hermano.

Mi vieja me contó años después que ella en su preocupación entro a correr por los pasillos de la maternidad buscando la nursery, para rescatar a mi hermano y enfilar hacia la calle. La parte más intensa del terremoto alcanzó el grado 7 y el sismo en total duró casi un minuto. Este terremoto causó un Tsunami pequeño.

Pasaron 4 años, estábamos un domingo en casa, acaba de terminar un partido del mundial de México 70 que vimos (en directo y vía satelite, todo un logro) en el Hitachi de 14"de mi papa, eran las 15:30, mi viejo dormía una siesta y al pie de su cama mi hermano y yo jugábamos con soldaditos o autitos. Mi vieja debe haber estado cambiando a mi hermanita, que acaba de cumplir 1 año, cuando de repente, la casa, el piso, las ventanas, los cuadros, platos, tazas, todo se entró a mover, y de que forma!

Mi viejo nos sacó a mi hermano y a mí, mi vieja gritaba "terremoto, terremoto!" mientras cargaba a mi hermanita, las escaleras de la casa parecían querer jugar con nosotros, mis viejos por poco pierden el equilibrio bajando, ruidos de vidrios rotos, es uno de mis recuerdos más vívidos, muchos vidrios que estallaban, llegamos a la calle, mi viejo nos sentó sobre el capót de su auto, el cual parecía que bailaba, no paraba de agitarse el coche!

Una vecina en su desaparición corría hacia la esquina para ver si allí también la tierra temblaba (Esto es lo mas desesperante, que no tenes forma de huir, a donde vayas todo se mueve),
las paredes de las casa se empezaban a agrietar, era el fin del mundo? el terremoto seguía y seguía, parecía que paraba, para volver con más fuerza. Alcanzó grado 7.5 y duró dos interminables minutos.

Sus secuelas? Una pared de hielo de uno de los glaciares cercanos a la cima del nevado Huascarán, el más alto del Perú, se desprendió, el alud de hielo y tierra fue a dar a una laguna al pie del nevado, causando su desborde y transformando el contenido del alud en barro, en minutos, toda la ciudad de Yungay y sus 20.000 habitantes quedó sepultada por una pared de 60 metros de barro, solo se salvaron un grupo de familias que habían ido a ver una función de un circo, cuya carpa estaba en una colina. En total se estima que fueron 70.000 personas entre muertos y desaparecidos.

Pasaron otros 4 años. El gobierno militar celebraba sus 6 años en el poder, y había decretado feriado, para permitir que la gente asistiera a una gran manifestación de apoyo ("Kausachum, revolución" recuerdan?), de acuerdo al general Velazco, ese día todo el pueblo saldría a la calle, y vaya si cumplió.

Como no iba al colegio, me había quedado a dormir la noche anterior en lo de mi abuela, eran las 9:20 de la mañana, cuando empezó el movimiento. "Temblor?" preguntamos, "no, terremoto!" fue la respuesta de mi abuela y a correr se ha dicho, hacia las escaleras, o a quedarse debajo del dintel de alguna puerta, las paredes se agrietaban otra vez, un minuto y medio duró en total y si bien fue de menor intensidad, solo 6.6 grados, como su epicentro fue en Lima se sintió mas fuerte que los anteriores.

Ese día vi gente descolgándose de algún balcón, gente en pijama en la calle que se negaban a regresar a sus casa, aun media hora después de que el terremoto había terminado. Vi a mi tía y a mi abuela en medio de un ataque de histeria, arrodilladas, llorando y rezándole al mismo tiempo a la Virgen de Copacabana de la cual ambas eran muy devotas.

Y después del terremoto vienen las replicas, cientos de temblores menores durante semanas, algunos ligeramente perceptibles y otros que, como ya estas psicopateado por el terremoto, te hacen pensar que se viene uno grande de vuelta. Y ni hablar de acercarse a la playa o al mar, si se viene un Tsunami, sos historia.

Felizmente el del 74 fue el último terremoto que viví, en el 83 me vine hacia el sur y acá la tierra no se mueve, al menos por ahora, hasta que el cambio climático decida lo contrario.

Muchas tradiciones religiosas se relacionan con terremotos, por ejemplo, hay una profecía que se atribuye a Santa Rosa de Lima, por la cual dice que en su sueño vio barcos anclados en la plaza mayor de Lima, luego de un terremoto devastador y un Tsunami. Otra fue la que originó la devoción al Senior de los milagros, cuando en el siglo XVII, un terremoto no dejo piedra sobre piedra en Lima, salvo una pared de una iglesia que quedó intacta, en la cual había un mural de una escena de la crucifixión. Esa pared hoy esta en el fondo de la iglesia de las nazarenas, en Lima y desde ahí se remonta la tradición de cada octubre, de llevar una copia de la misma en procesión por la ciudad.

1 comentario:

naty dijo...

no preguntaste nada.... conta la historia de las piedras en cordoba..