sábado, 27 de diciembre de 2008

Yo vi una luz...

Teníamos en la empresa un compañero bastante gris. No sobresalía por nada. Poco se sabía de él. Flaquito, callado... se decía que era diácono de alguna iglesia evangelista de su barrio, y que estaba casado con 6 hijos. Se llamaba Manuel.

Un buen día, no se lo vio más. Empezaron los rumores, que Manuel estaba preso, que había caído por violador y chorro... "Manuel, el evangelista? estas en pedo? si tiene 6 hijos... que va a ser un violador" era la respuesta que flotaba en el ambiente.

Dos días después el Clarín convirtió los rumores en verdades. 7 casos de violación tenía a cuestas. Entre nuestras filas hubo un "violeta"

Manuel salía de trabajar, tomaba el tren en Constitución y ya sea en Glew, Temperley o alguna estación del sur, antes de ir a ayudar al templo evangélico, buscaba alguna minita, la seguía, la amenazaba, le robaba el bolso y de paso, la llevaba al descampado y la violaba.

Me imagino al diácono, mientras violaba a la pobre transeúnte diciéndole: "Yo ví una luz, que era el Señor, aleluya!"

Manuel días después se arrepentía. Usaba el celular de sus víctimas y las llamaba pidiéndoles perdón.

La última víctima lo engaño y lo citó, para que le devolviera los documentos, cuando se encontraron, encima vino la policía y Manuel terminó detenido. Si no me equivoco, le dieron 17 años de prisión.

Me imagino el recibimiento que le habrán dado en la prisión... vení hermanito, ahora si vas a ver la luz...

1 comentario:

naty dijo...

a la mierda en ese laburo se encuantra de todo...